El viaje del arte: de las cavernas al arte digital

Autor Congresistas
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Patricia Bolaños

El arte, en cualquiera de sus formas, es tan antiguo como la humanidad misma. Desde las primeras pinturas rupestres en cuevas como Lascaux o Altamira, hasta las instalaciones digitales y NFT del siglo XXI, la historia del arte ha sido también la historia del ser humano y su necesidad de expresarse.

Los especialistas coinciden en que la primera manifestación artística surgió en la prehistoria, cuando el hombre primitivo pintó animales, símbolos y figuras en las paredes de las cavernas. Aquellas imágenes, lejos de ser simples adornos, cumplían un papel ritual y mágico: asegurar la caza, pedir fertilidad o narrar escenas de la vida cotidiana. En ese momento, el “artista” no existía como individuo, sino como parte de la comunidad.

Con el tiempo, las civilizaciones antiguas —Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma— hicieron del arte una herramient

a de poder. Monumentos, templos y esculturas mostraban grandeza política y religiosa. El creador era considerado un artesano especializado, con un papel técnico más que personal.

Durante la Edad Media, el arte se puso al servicio de la fe. Iglesias, vitrales e imágenes buscaban educar a una población mayoritariamente analfabeta. El artista formaba parte de gremios y su labor era más colectiva que individual.

El gran cambio llegó en el Renacimiento. Allí surgió el concepto del “genio creador”, encarnado en figuras como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. El arte dejó de ser sólo oficio y se convirtió en un ejercicio de conocimiento, talento y visión personal.

En los siglos posteriores, el artista fue ganando prestigio y autonomía. El Romanticismo lo llevó al extremo de la figura libre y bohemia, mientras que los movimientos de la modernidad (impresionismo, cubismo, surrealismo) lo colocaron como un innovador que desafía tradiciones.

Hoy, en la era del arte contemporáneo, el creador puede ser tanto un individuo como un colectivo. Su labor ya no se limita a la búsqueda de la belleza: ahora el arte se define también como crítica social, cuestionamiento político o experimentación tecnológica. Performances, instalaciones y obras digitales muestran que la creatividad no tiene fronteras.

En este viaje de miles de años, lo que permanece constante es el impulso humano de crear, narrar y dejar huella. El artista, ya sea un cazador paleolítico pintando bisontes o un programador diseñando obras digitales, refleja la misma esencia: la necesidad de expresión.

🎨 La formación del arte mexicano

Como lo hemos ya señalado, el arte es tan antiguo como la humanidad. Desde las pinturas rupestres en Lascaux y Altamira hasta las instalaciones digitales contemporáneas, la creatividad ha sido una constante necesidad humana: comunicar, expresar emociones, registrar la vida y transformar la realidad.

En México, esta historia se refleja en sus instituciones formales de arte. Tres escuelas destacan como pilares de la educación artística nacional: La Esmeralda, San Carlos y ENAP/UNAM.

La Esmeralda: libertad y compromiso social

La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” nació a partir de las escuelas de pintura al aire libre fundadas por Alfredo Ramos Martínez en 1913 y la Escuela Libre de Escultura y Talla Directa de Guillermo Ruiz. Instalándose en el callejón de La Esmeralda en los años treinta, la escuela se consolidó como un espacio donde la experimentación y la conciencia social conviven con la técnica artística.

Entre sus docentes y alumnos han pasado Diego Rivera, Frida Kahlo, María Izquierdo, Francisco Zúñiga, Rina Lazo, Pedro Coronel y Lilia Carrillo, entre muchos otros. La institución busca no solo formar artistas técnicamente competentes,sino creadores conscientes de su papel social. Los aspirantes atraviesan un proceso de selección riguroso, que incluye evaluación de aptitudes artísticas, portafolio y revisión académica, destacando la creatividad y la propuesta personal.

San Carlos: la tradición académica

La Academia de San Carlos, fundada en 1781, es la escuela de arte más antigua de América. Su orientación europea y académica formó a generaciones de pintores y escultores ligados al academicismo. Durante siglos, San Carlos fue el centro donde se enseñaba técnica, proporción y perspectiva, y donde los alumnos aprendieron a respetar la tradición artística clásica. Su relevancia histórica radica en haber sido el punto de partida del muralismo mexicano y de la formación formal de artistas.

ENAP/UNAM: el arte en la universidad

La Escuela Nacional de Artes Plásticas, hoy Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, integra la formación artística dentro del marco universitario. Fundada en el siglo XX, combina técnica, pensamiento crítico e investigación. Sus estudiantes reciben herramientas no solo para crear sino también para analizar y contextualizar el arte en la sociedad, la historia y la cultura contemporánea, destacando por su apertura a disciplinas experimentales.

Tres visiones, un mismo propósito

Mientras San Carlos simboliza la tradición y la disciplina técnica, La Esmeralda representa la experimentación y el compromiso social, y ENAP/UNAM ofrece formación integral y crítica dentro del ámbito universitario. Las tres instituciones, con métodos distintos, comparten el objetivo de garantizar que el arte en México siga siendo motor de identidad, reflexión y transformación cultural.

En la línea que va desde las pinturas rupestres hasta el arte digital contemporáneo, la educación artística en México refleja la evolución del proceso creativo humano: un viaje donde el talento natural se encuentra con la técnica, la experimentación y la reflexión crítica. Y en este trayecto, escuelas como La Esmeralda, San Carlos y ENAP/UNAM se mantienen como guardianes y promotores de la creatividad nacional.

📌 El proceso creativo y la creación de artistas

  • En sus inicios: el proceso creativo estaba ligado a lo colectivo. No había un “artista individual” como lo entendemos hoy sino miembros de la comunidad que tenían la habilidad de pintar, tallar o cantar, muchas veces con un rol espiritual.
  • En la antigüedad clásica (Grecia y Roma) empieza a surgir la idea de un artista-artesano, alguien que domina técnicas y es valorado por su habilidad.
  • En el Renacimiento aparece el concepto moderno del artista como genio creativo, alguien con formación técnica, pero también con un talento natural y único.

📌 ¿El artista nace o se forma?

Es un tema muy debatido, pero se suele ver así:

  1. Innato: hay una inclinación natural hacia la creación, sensibilidad estética o talento.
  2. Formativo: para materializar esas ideas, el artista necesita aprendizaje, técnica, práctica, observación y contexto cultural.
  3. Creatividad: no es un proceso exclusivamente racional; también intervienen la imaginación, la emoción y la necesidad de comunicar.

En pocas palabras: el artista tiene una semilla natural, pero florece gracias a la formación, la práctica y el entorno cultural.

🖌️ Línea del tiempo del arte y el artista

🔸 Prehistoria (40,000 – 3,000 a.C.)

  • Manifestaciones: Pinturas rupestres, esculturas pequeñas (Venus), petroglifos
  • Función: Mágico-religiosa, ritual, comunicación
  • El “artista”: No existe como individuo diferenciado; era parte de la comunidad

🔸 Civilizaciones Antiguas (Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma)

  • Manifestaciones: Arquitectura monumental (pirámides, templos), esculturas, mosaicos, cerámica
  • Función: Religiosa, política, conmemorativa
  • El “artista”: Visto como artesano especializado, muchas veces al servicio del poder o la religión
  • En Grecia surge la idea del arte como búsqueda de belleza, proporción y armonía

🔸 Edad Media (siglos V – XV)

  • Manifestaciones: Iglesias románicas y góticas, vitrales, iconografía cristiana, manuscritos iluminados
  • Función: Didáctica y religiosa (educar y transmitir la fe)
  • El “artista”: Integrado a gremios, aún considerado artesano, aunque comienza a tener reconocimiento individual

🔸 Renacimiento (siglos XV – XVI)

  • Manifestaciones: Pintura al óleo, perspectiva, arquitectura renacentista, esculturas clásicas renovadas.
  • Función: Humanismo, exaltación del hombre y la naturaleza.
  • El “artista”: Nace la figura del “genio creador” (Leonardo, Miguel Ángel). El arte se asocia al talento individual y al conocimiento científico.

🔸 Barroco y Rococó (siglos XVII – XVIII)

  • Manifestaciones: Escultura dramática, arquitectura recargada, pintura realista y teatral
  • Función: Expresar poder (Iglesia, monarquía) y emocionar al espectador
  • El “artista”: Mayor prestigio social, aunque aún dependiente de mecenas y reyes.

🔸 Neoclasicismo y Romanticismo (siglos XVIII – XIX)

  • Manifestaciones: Vuelta a la estética clásica, exaltación de la emoción y lo nacional
  • Función: Expresión de ideas políticas, históricas y sentimentales
  • El “artista”: Rompe con la visión de artesano; aparece la idea de artista independiente, libre, bohemio

🔸 Arte Moderno (siglo XIX – primera mitad del XX)

  • Manifestaciones: Impresionismo, cubismo, surrealismo, expresionismo, abstracción
  • Función: Experimentación, exploración de la percepción y el inconsciente
  • El “artista”: Se ve como un innovador, que reta al público y a las tradiciones

🔸 Arte Contemporáneo (segunda mitad del XX – actualidad)

  • Manifestaciones: Instalaciones, arte conceptual, performance, arte digital, NFT.
  • Función: Reflexión crítica, cuestionamiento de lo social, político y tecnológico.
  • El “artista”: Puede ser tanto un creador individual como un colectivo, ya no necesariamente ligado a la belleza sino a la idea y el mensaje.

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