Rodolfo Aceves Jiménez*
La Agenda Nacional de Riesgos (ANR) es el documento estratégico y prospectivo que orienta las operaciones del Sistema de Seguridad Nacional, a partir de la identificación de manera anual de aquellos fenómenos que pueden vulnerar los intereses y objetivos nacionales, focalizando la atención que el Sistema de Seguridad Nacional presta a cada uno de ellos.
Para su elaboración se toma en cuenta el contenido del Plan Nacional de Desarrollo (PND), así como del Programa Sectorial respectivo que, entre otras cosas contiene, un análisis y un diagnóstico de cada uno de los campos del poder que abarca la seguridad nacional. Este es un documento alejado de juicios de valor unipersonal o político. En él se vierte el estado de los riesgos y amenazas.
Esta es una de las razones por las cuales, el PND debe estar alineado con los objetivos nacionales que se desprenden de la Constitución, para que, junto con el Presupuesto de Egresos de la Federación, se constituyan como los instrumentos de donde se obtienen las grandes políticas nacionales en el país, cuyo diseño es capaz de modificar o alterar las diversas expresiones o campos del poder: político, económico, psicosocial, militar, tecnológico y diplomático. Es en la suma de todos estos campos en donde radica el poder nacional de cualquier país.
Entre los fenómenos que seguramente tiene la ANR como riesgos lo constituyen, entre otros, la corrupción, la impunidad, la ausencia de la aplicación del Estado de derecho, todo esto en detrimento de la democracia mexicana, así como la conducta de los actores políticos.
Todo esto el gobierno de Estados Unidos lo tiene muy claro y quizás por eso sea la preocupación en que la seguridad mexicana podría encontrarse estancada debido a una serie de desaciertos en las políticas públicas así como la narrativa versus los hechos.
Esta podría ser una de las razones por las que Washington está inquieto con la actual administración.
Hace unos meses el jefe del Comando Norte afirmaba que el 30% del territorio nacional estaba controlado por los carteles de la delincuencia.
Luego, el director de la Agencia Central de Inteligencia hizo una rápida visita a nuestro país, cuyos motivos hasta ahora se desconocen.
Posteriormente el secretario de Seguridad, y hace unos días, el asesor de Seguridad de la Casa Blanca.
Para la Casa Blanca la seguridad de su país es uno de los temas principales en la agenda bilateral con México, pero algo sucede con la seguridad mexicana, que no prospera y, por el contrario, retroceden los esfuerzos construidos en pasadas administraciones, traducidos en colaboración con las agencias de seguridad norteamericanas.
Los desconciertos como la liberación de Ovidio Guzmán, la exigencia para regresar al general Salvador Cienfuegos, las reformas a la Ley de Seguridad Nacional que acota la colaboración de agentes extranjeros y la pasividad en combatir a los carteles junto con la ausencia de una planeación en seguridad nacional para la presente administración, se alejan de la construcción de la seguridad mexicana.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @racevesj