Congresistas

Compromiso político

TOMA DE PROTESTA DE LA PRESIDENTA CLAUDIA SHEIMBAUM PARDO

Ante 105 representantes de diversos países, de frente al presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, gobernadores, senadores y senadoras, diputadas y diputados y funcionarios de la república Claudia Sheinbaum Pardo protesto como presidenta de la república. 

No es un día más en el calendario de la vida pública, sino un nuevo compromiso entre autoridades y ciudadanos de a pie que no pasará por alto de que hablamos de un mandato popular

Un largo discurso queda como testimonio del compromiso de la primera mujer mandataria de la nación que genera una cauda de expectativas sobre lo que puede significar el liderazgo femenino.

Una copiosa votación sella una nueva relación pública, un nuevo pacto político entre los ciudadanos y sus autoridades.

¿Estamos ante la feminización del gobierno o en la profundización de los derechos humanos?

¿Estamos frente a un mando reivindicador de derechos o aglutinador de resentimientos?

¿Estamos decididos a ir a la marcha de un mejor país o quedarnos en el terreno del peso de la cultura patriarcal?

EN LA MARCHA

Cobijada con el reconocimiento de la paridad de género, Claudia Sheinbaum nos ubica en las fronteras que intenta ir más allá de los lindes del discurso. Desfilan los fantasmas de la discriminación, la desigualdad, la exclusión y la pobreza, y no faltan a la cita las sospechas que se entreveran con los usos poco claros del poder y adeudan en los procesos democráticos.

Estamos en las fronteras del nacimiento de un nuevo discurso revestido de grandes expectativas que augura una permanente transformación.

Se citan necesarias fracturas a favor de la aparición de lo nuevo, ante el anuncio de un mundo renovado para apuntalar la esperanza de un espacio en el cual desaparezcan las diferencias de género, de credo, de piel, y así se fundamentan los ideales del nuevo ejercicio gubernamental.

Se descorre el nuevo abecedario político mandato popular: dialogo, humanismo, igualdad, paridad, género, reformas, acuerdos, mayorías, derechos de las minorías, honestidad, austeridad, anticorrupción y otras piezas para el ejercicio del poder publico.

LA EXPERIENCIA

No falta en la toma de protesta de la nueva presidenta la mención del juicio de desafuero de Lopez Obrador, lo que marca una etapa en el movimiento de izquierda que hoy convertido en poder apuntala una transformación institucional que busca darle brillo a la democracia.

Claudia Sheinbaum recuerda “Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos, la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador uno de los grandes. El dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna”.

Sin duda, hay un puente critico entre los tiempos del gobierno al que no escapa un estilo de gobernar, en el que la agitación fue la herramienta en la pretensión de la construcción de una nueva institucionalidad, en la que se van identificando piezas como el encono, el amago, el resentimiento, el revanchismo, en suma todas las emociones que tambien acompañan un ejercicio político que mueve a los caudillos y a un mundo en el cual las mujeres apenas incursionan.

LA DIVISA

No hay espacio para la evaluación de los resultados, se destaca con intensidad  el peso de la popularidad y las oscuridades de  la política de salud, seguridad, educación y lo que se agregue a cuenta de los especialistas.

Para la presidenta “es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres” y confirma“llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos, y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas.”

Se desgrana la historia nacional al borde de la algarabia política, brillan los paradigmas y su legitimidad, resuena el nombre del siervo de la nación Morelos, del padre de la patria Hidalgo y demás fundadores Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Josefa Ortíz de Dominguez, Leona Vicario ente otros.

Sobresale la necesidad de reconocimiento nacional de las mujeres y de los pueblos originarios y evalua la administración de donde surge, resalta la convocatoria “Llamo a todas y todos, a que hagamos una reflexión, que evaluamos con la cabeza fría.  Y Sheinbaum Pardo interroga: “¿Qué pasó durante estos seis años. Con datos duros, reconocidos nacional e internacionalmente y con ello respondámonos las siguientes preguntas: ¿cómo es que 9.5 millones de mexicanos y mexicanas, de acuerdo con el Banco Mundial salieron de la pobreza en tan solo 6 años.”

Y además pregunta: “Cómo es que sin subir impuestos se redujeron las desigualdades. Cómo es que somos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico menos endeudados y con una moneda fuerte. Cómo es que somos de los países con menos desempleo. Cómo es que hay más bienestar y al mismo tiempo ganaron más los empresarios y los bancos. Cómo es que estamos en récord de inversión extranjera directa y al mismo tiempo aumentaron los salarios. Cómo es que aumentó el salario mínimo y no subió la inflación.”

LAS PROMESAS

Y no faltó en el largo discurso el convoy de vías ferreas, trenes, remesas, inversión privada y pública, la defensa de la biodiversidad, la educación gratuita, la salud y todo elemento que potencialice la riqueza como factor de desarrollo teniendo como objetivo el derecho al bienestar de los pueblos indigenas, de mujeres y población vulnerable.

En el horizonte la promoción de la energías limpias y renovables, la salvaguarda del litio, el petroleo , el agua, la seguridad, la libertad. Un largo discurso que se sella como compromiso de la política pública que se experimenta como mandato popular identificado como justicia social.

LOS RETOS

La respuesta es cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad, lo llamamos el humanismo mexicano.

Por eso hablamos de una transformación profunda. Y, aceptémoslo, a todas y a todas, a todas y a todos les ha ido mejor. Con este pensamiento y su puesta en marcha se cayeron muchos mitos y engaños del pasado.

Por ejemplo, durante el periodo neoliberal, ése, el que le costó tanto al pueblo de México, que marcó nuestra historia por 36 largos años, se decía que el Estado debía diluirse o subordinarse a las fuerzas del mercado, que si la economía se regaba desde arriba iba a llegar a los de abajo, que si aumentaba el salario mínimo iba a haber inflación y  no iba a haber inversión extranjera, que si el Estado participaba en la economía iba a haber crisis económica y devaluación, que la corrupción era inherente al gobierno, que la libertad no solo existe en el mercado, que la libertad solo existía en el mercado, que la educación, la salud, la vivienda y el salario justo eran mercancías y no derechos. Todo resultó falso.

En el colorido papel de china resaltan los compromisos: se vive una prosperidad compartida, una austeridad republicana, gobiernos honestos y honrados, exhalto la grandeza del humanismo, la fuerza popular, la libertad de expresión, la democracia, el cuidado ambiental, igualdad de género. 

Para Claudia Sheinbaum la política se hace con amor y seguido condenó al racismo, al clasismo, el machismo y cualquier forma de discriminación.

Claudia Sheinbaum la primera presidenta de México recibio la banda presidencial por conducto de la presidenta de la mesa directiva de la LXVI legislatura Ifigenia Martínez y Hernández, quien veia coronada las aspiraciones políticas de su vida con la llegada de una mujer a la presidencia de la República.

Resonó en el recinto legislativo, en el tezontle y se elevó la voz sobre la cantera del recinto “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.”

Salir de la versión móvil