México en 2026

Autor Congresistas
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Ignacio Ruelas Olvera

La Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2026 representa un punto de inflexión en la política económica de México. Con un enfoque expansivo basado en el endeudamiento y una recaudación agresiva, esta legislación plantea riesgos significativos para la estabilidad fiscal, la equidad tributaria y la sostenibilidad económica. 

Revisemos los signos. La Ley autoriza un endeudamiento interno de hasta 1.78 billones de pesos y externo de hasta 15,500 millones de dólares, cifras sin precedentes, agresivo y preocupante. Esto representa una renuncia a la consolidación fiscal y una apuesta riesgosa en un contexto de crecimiento económico débil. El déficit fiscal proyectado es del 4.1% del PIB, lo que pone en duda la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano plazo. 

Crítica técnica:El abandono de la disciplina fiscal puede generar presiones inflacionarias, pérdida de confianza en los mercados y encarecimiento del crédito soberano.

Carga tributaria regresiva y punitiva. Se incrementan impuestos sobre productos de consumo popular como: Refrescos: de $1.6 a $3.08 por litro. Cigarros: aumento gradual hasta $1.15 por unidad en 2030. Videojuegos violentos: nuevo impuesto del 8%. Apuestas: del 30% al 50%. Se eleva la tasa de recargos por mora fiscal de 1.47% a 2.07% mensual, lo que convierte al SAT en un acreedor más caro que los bancos privados. 

Crítica social:Estas medidas afectan desproporcionadamente a los sectores de menores ingresos y pueden fomentar la evasión fiscal y la informalidad.

Proyecciones económicas optimistas y poco realistas. La SHCP estima un crecimiento económico de entre 1.8% y 2.8%, muy por encima del consenso de analistas (FMI, Banxico, OCDE), que lo sitúan en 1.1% y 1.4%

Crítica metodológica:Basar el presupuesto en supuestos optimistas puede llevar a subestimación del déficit, sobre ejecución del gasto y revisión forzada de metas fiscales.

Falta de progresividad y visión estructural. Aunque se incluyen estímulos fiscales selectivos (como tasa cero de IVA para productos de higiene menstrual), no hay una reforma estructural que amplíe la base tributaria, mejore la progresividad o reduzca la dependencia del petróleo y de la deuda. 

Crítica estructural: Se mantiene un modelo fiscal reactivo, sin visión de largo plazo ni modernización tributaria.

El Riesgo político y falta de consenso refleja una polarización política que puede dificultar la implementación y generar incertidumbre jurídica. La Cámara de diputados la revisó el 17 de octubre de 2025, registró 349 votos a favor y 128 en contra. El Senado de la República aprobó el dictamen con proyecto de decreto por el que se expide la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2026 con 79 votos a favor y 37 en contra. Los poderes ejecutivo y legislativo no consideraron impuesto a la cerveza, vinos y licores…

Permítanme analizar dichos riesgos utilizando el modelo hegeliano.

Tesis: Activación del gasto público como motor económico. La Ley de Ingresos 2026 propone un modelo de crecimiento económico impulsado por el gasto público. Se autoriza un endeudamiento interno de 1.78 billones de pesos y externo de 15,500 millones de dólares, con el objetivo de financiar programas sociales, infraestructura y dinamizar la economía. Esta estrategia busca compensar la desaceleración económica mediante una intervención estatal activa.

Antítesis: Fragilidad fiscal y regresividad tributaria. El modelo expansivo enfrenta contradicciones estructurales. El déficit fiscal proyectado del 4.1% del PIB y el aumento de la deuda pública al 52.3% del PIB generan preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera. Además, la carga tributaria se incrementa de forma regresiva, afectando a sectores populares mediante impuestos a productos como refrescos, cigarros, apuestas y videojuegos. La tasa de recargos por mora fiscal sube de 1.47% a 2.07% mensual, superando incluso el costo de un crédito bancario.

Síntesis. México se encuentra en una encrucijada fiscal. Si el gasto público logra activar la economía y generar confianza, podría abrir paso a una reforma tributaria progresiva. Sin embargo, si las proyecciones económicas —estimadas entre 1.8% y 2.8% de crecimiento— no se cumplen, el país enfrentará ajustes presupuestarios, presiones inflacionarias y mayor desigualdad. El compromiso financiero por persona para 2026 es de 151 mil pesos por habitante, esto es23% más que los 123 mil que se debían en 2019, de conformidad con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Podemos inferir que el cruce de los poderes públicos del Estado mexicano contiene entropías que no permitieron nacer una ley adecuada y digna de la mexicanidad. La Ley de Ingresos 2026 no solo define el marco fiscal del próximo año, sino que plantea una serie de tensiones que podrían marcar el rumbo económico de México. Desde esta perspectiva se observa una contradicción entre el impulso al gasto y la fragilidad estructural del sistema tributario. La resolución de estas tensiones requerirá una recapitulación virtuosa que combine responsabilidad fiscal, equidad tributaria y crecimiento económico sostenible, “¡pues, primero los pobres!”

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