Congresistas

Mensaje importante para el legislador mexicano

Cámara de Diputados

Si eres miembro del Poder Legislativo federal o local, ya tienes una responsabilidad histórica. Mucho depende de ti ahora, independientemente de tu partido o ideología.

Estas líneas expresan con humildad el aspecto toral del trabajo legislativo. Te ruego, legislador, que las leas con introspección en el mejor interés tuyo y de todos los mexicanos.

La mentalidad en el ejercicio de tu trabajo legislativo lo será todo. Puedes ser un grande para México, alguien querido y recordado por sus aportaciones al beneficio de México –como el doctor Jesús Kumate–, puedes pasar sin pena ni gloria, o puedes quedar en el oprobio por muchas razones.

Ante todo, y con humildad, con buena voluntad, te expreso que el Poder Legislativo se creó como un contrapeso del Poder Ejecutivo. Recuerda que, en los grupos humanos, el poder y la dominación de otros son tentaciones constantes. Sobran los ejemplos históricos. La república es, etimológica, histórica y jurídicamente: la cosa de todos, la cosa pública. En ella, el presidente, con su plan de gobierno, busca desarrollar aspectos de la vida nacional a través de política pública, y la política pública se implementa con base en leyes.

Las leyes, a su vez, son creadas por ese Poder del que formas parte, un poder plural y representativo, donde deben caber todas las voces a debate para intercambiar ideas. Debes poner especial cuidado en el estudio de los proyectos de leyes, pues con el estudio profundo evitarás problemas de inconstitucionalidad. No olvides que tu guía fundamental y centro de gravedad al legislar es la Constitución General de la República.

Para la creación legislativa, apóyate en el parlamento abierto lo más que puedas. Cada vez que vayas a regular una actividad, recuerda que el objetivo de esa regulación no es el control totalitario, sino el desarrollo armónico y ordenado de las cosas. El parlamento abierto te va a dar mayor legitimación, porque te va a permitir escuchar más voces, vas a aprender de expertos y de la sociedad civil a la que también perteneces, y pertenecen tu familia y tus seres queridos.

No dejes que te ganen la soberbia y la arrogancia. El hueso dura poco. Si eres arrogante, tus reuniones de trabajo serán reuniones de ego y de confrontación, basadas en el ego de persona vs persona. No hagas caso del ego ni de la arrogancia porque van a cegarte a la razón y a la negociación. Observa que en México el ego político nos ha llevado hasta donde estamos hoy, es decir, en una economía estancada y en una sociedad violenta. Nada vas a ganar para ti ni para tus familiares, amigos, descendientes, etcétera, sumiéndote en la espiral del ego.

Acuérdate que, aunque hoy tengas el hueso, la vida es una tómbola, y lo que no trabajes hoy por México –a menos que tu objetivo sea juntar el mayor dinero posible e irte a vivir al extranjero– va a repercutir en ti y en tu esfera social mañana.

Recuerda también que el debate legislativo no es un espectáculo ni una pelea de barrio. No existe para entretener ni para insultar. No dejes que te venza la pasión desmedida ni la intolerancia. No caigas en la bajeza de la agresión. El poder legislativo es el foro ideal para la expresión coherente, argumentativa y sólida de las ideas políticas y jurídicas. Es el lugar donde debe quedar expresada la memoria de los razonamientos de nuestros representantes para darnos esta o aquella ley. Piensa en no tomarte las agresiones de otros de forma personal. En alguien debe caber la prudencia y la clase. Recuerda que llevamos muchos años insultándonos y denostándonos en el foro legislativo y no nos ha llevado a nada productivo ni beneficioso.

Danos un razonamiento sobre tus votos y tus iniciativas. Mantén informada a la gente de tu actuación, tus ideas y tus procesos de razonamiento para apoyar, proponer o rechazar ideas políticas y emitir tus votos. Así vas a ganarte la confianza de la gente, porque estarás demostrando una mínima diligencia y dignidad en el ejercicio de tu encargo. México merece más que el pleito, el encono, la soberbia, el resentimiento, la ignorancia y la ironía.

Sé paciente. Cambiar la ley no implica cambiar la realidad inmediatamente. La realidad no se cambia por decreto. Así que, analiza los fenómenos que quieres regular, y analiza los resultados obtenidos con la regulación vigente. Básate en esos datos y con ellos trata de crear mejores leyes.

Recuerda cuando te ha tocado ser víctima de situaciones de corrupción. Es frustrante, es humillante. Recuerda que las situaciones donde no hay reglas claras, representan espacios para que el abusador pase por encima de los demás. Cada vez que no actúes con ética legislativa, aumentas la posibilidad de ser víctima del sistema otra vez, ya sea con más actos de corrupción, de violencia, de ignorancia, de bajeza, etcétera. Cuando alimentas esas actitudes inadmisibles, te pones a ti y a tus cercanos en peligro, porque en México todos somos víctimas de todos.

Cada paso en falso nos acerca más al estado fallido donde las cosas serán más impredecibles para todos. Si mañana hay un cambio político, tal vez no puedas acomodarte. Ten presente que México tiene instituciones débiles y es tu responsabilidad fortalecerlas y/o pedir rendición de cuentas a los responsables de algunas de ellas. Si caemos en el estado fallido, la fuerza política y jurídica del estado se rendirá ante la fuerza bruta de la violencia, y como mexicano, también vas a padecerlo.

La agenda legislativa mexicana tiene pendientes que van a durar por varias generaciones: el problema medioambiental, la disponibilidad de agua potable, la seguridad pública y la educación. Estos problemas son una herencia continua y su solución tardará años, siempre y cuando haya mexicanos responsables legislando.

Ahí tienes una agenda legislativa atractiva. Te pido que atiendas esos temas. Tú mismo serás víctima de un sistema con mala educación, con malos profesionistas. También serás víctima de la debacle ambiental, que es un problema global y, de igual forma, serás víctima de una sociedad violenta e insegura. No importa cuántos guardaespaldas tengas, cuando la violencia crece como en México, si no es atendida, nada la va a detener y nos va a alcanzar a todos, burócratas o no, tarde o temprano.

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