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Festejos

¿De dónde provienen las celebraciones del 25 de noviembre y el 8 de marzo para las mujeres?

Las conmemoraciones del 8 de marzo y el 25 de noviembre no son fechas que se extingan; al contrario, se originan en luchas históricas y siguen vigentes porque representan causas esenciales para la igualdad y la justicia.

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

Esta fecha surge a principios del siglo XX como resultado de las luchas obreras y feministas por mejores condiciones laborales y derechos políticos. El hecho más simbólico ocurrió en 1908, cuando trabajadoras textiles en Nueva York realizaron una huelga para exigir reducción de jornada, mejores salarios y derecho al voto.
En 1977, la ONU oficializó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, reconociendo la lucha por la igualdad y los derechos humanos.

La celebración del 25 de noviembre surge: el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Esta fecha fue establecida en 1999 por la ONU en memoria de las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas en 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo.
El objetivo es visibilizar y erradicar la violencia contra las mujeres, una problemática que persiste y se manifiesta en diversas formas, muchas veces disfrazadas de costumbres o expresiones culturales.

¿Se ha visibilizado lo suficiente la violencia contra las mujeres?

Esta pregunta abre una cadena de reflexiones:

La violencia contra las mujeres no siempre es evidente. Se oculta bajo disfraces culturales, emocionales y sociales que la normalizan y dificultan su identificación. Reconocerlos es clave para erradicarla.

Disfraces que ocultan la violencia

  1. Relaciones amorosas: Control, celos y manipulación se justifican como muestras de afecto.
  2. Costumbres respetables: Matrimonios forzados o roles rígidos se presentan como tradiciones.
  3. “Fue una broma”: Chistes sexistas y burlas disfrazadas de humor perpetúan violencia psicológica.
  4. Responsabilidad de la víctima: Preguntas como “¿qué hiciste para provocarlo?” trasladan la culpa.
  5. La Normalización ocurre: Cuando surgen frases como “así son los hombres” minimizan la violencia y la vuelven cotidiana.

Debemos estar atentos a señales en entornos amorosos, familiares, laborales, escolares y sociales.

¿Cuáles son los signos que revelan violencia en las conversaciones?

Las señales previas a actos violentos pueden aparecer en conversaciones cotidianas:

Más allá de las conmemoraciones: ¿qué acciones necesitamos?

Las acciones contra la cultura de violencia deben surgir de políticas públicas bien planificadas, que vayan más allá de ser escaparates políticos.
Cuando los teléfonos de la Secretaría de la Mujer no contestan, el mensaje es claro: no hay atención, no hay acción.

Preguntas para reflexionar en estas fechas

Queda como compromiso de género la visibilidad de las mujeres en torno a derechos y reconocimientos que se traduzcan en hechos que sean la base para materializar sus potencialidades.

Es muy sabido que el triunfo de la presidenta es por el voto de las mujeres, sin embargo, hay una deuda de cuidar, de forma histórica, la vida de las mujeres y de educar hombres y mujeres sobre que lo significa: erradicar la violencia.

Reflexionemos que en toda movilización de mujeres surjan brigadas disfrazadas de negro encaminadas a violentar la marcha, a desquebrajas los escaparates, y ahora hasta limar las vallas.

Sospecho que hay quienes desean desacreditar a las mujeres y ellas descuidar su responsabilidad.

Estamos frente al riesgo del liderazgo de la primera presidenta del país, que puede acabar siendo blanco de todos los males. Y ello por no poner los puntos sobre las íes.

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