Congresistas

Gaza: la verdad que incomoda y que muchos prefieren callar

El 7 de octubre: el día que la guerra empezó en Israel

No fue Israel quien inició la guerra, fue Hamás, con la invasión brutal del 7 de octubre de 2023. Ese día, militantes armados irrumpieron en territorio israelí, atacaron un festival de música y comunidades agrícolas, asesinaron a más de mil civiles y secuestraron a cientos. Fue un ataque planeado para aterrorizar, y ningún Estado en el mundo hubiera quedado de brazos cruzados.

El vecino pequeño que desata el caos

El ejemplo es claro: un hombre de 1.60 irrumpe en casa del vecino de 2.00, mata a su mascota y hiere a su familia. Cuando recibe la respuesta, acusa de violencia al más fuerte. Eso hizo Hamás: provocar y luego victimizarse, arrastrando a toda Gaza a un sufrimiento que hoy es devastador.

El dolor palestino: real, pero manipulado

Sí, en Gaza hay hambre, muerte y desesperación. Eso es innegable.
Lo que se calla es que Hamás usa ese sufrimiento como propaganda:

“Genocidio”: un término usado como arma política

El genocidio implica intención de exterminar a un pueblo entero. Lo que hay son acusaciones de crímenes de guerra y de humanidad, que deben investigarse, pero sin olvidar el detonante: la masacre del 7 de octubre.
Decir “genocidio” sin mencionar ese ataque es contar la historia desde la mitad y borrar la responsabilidad inicial de Hamás.

Paz con memoria, no con amnesia

La paz es urgente, pero sólo se logrará si hay memoria y justicia:

  1. Recordar que Hamás desató esta guerra.
  2. Exigir límites y responsabilidades en la respuesta israelí.
  3. Rechazar la manipulación política del sufrimiento humano.

Datos duros que no se pueden ignorar

Conclusión: verdad antes que propaganda

La tragedia en Gaza es enorme. Pero reducirla a un “genocidio unilateral” es deshonesto.
El terrorismo de Hamás y la respuesta militar israelí son parte de la misma historia, y sólo reconociendo ambos lados se puede hablar de paz real.

Olvidar el 7 de octubre es faltar a la verdad. Y sin verdad, no habrá justicia ni paz posible.

Salir de la versión móvil