Elio Villaseñor
“Nada se puede esperar del poder sino limitándolo”
– Carlos Fuentes
Quienes venimos de la izquierda social hemos luchado por la construcción de un sujeto social autónomo.
Nos enfrentamos a un sistema de clientelismo y corporativismo que bloqueaba cualquier intento de organización autónoma fuera del dominio del partido hegemónico, el PRI.
Nuestra estrategia fue trabajar desde abajo, generando conciencia a través de la educación popular y creando laboratorios de política social que sirvieran como multiplicadores en otros grupos.
Aprendimos que la mejor forma de enfrentar al PRI era buscar pretextos para construir espacios de Unidad en Acción y que solo lograríamos avanzar en la medida en que cercáramos el poder desde nuestra propia fuerza social.
Así, desarrollamos una estrategia basada en la protesta y la propuesta. No solo logramos abrir las puertas de la negociación colectiva, sino que también construimos una escuela cívica que nos permitió reconocernos como parte de las políticas públicas.
Hoy, en un contexto donde el partido hegemónico ha vuelto al poder, los actores sociales y civiles hemos acumulado una valiosa experiencia.
No solo hemos aprendido a ser autónomos, sino que también hemos abierto espacios para consolidarnos como actores de interés público.
La fuerza social no se construye con simples consignas, sino en los territorios, en el tejido de las comunidades y en los espacios de trabajo, donde la organización y la acción colectiva toman forma.
En distintas partes del país, cada día surgen nuevas experiencias de resistencia y organización para sobrevivir y seguir conquistando el espacio público.
No podemos dejarnos arrastrar por el pesimismo o el fatalismo.
No hemos bajado los brazos; al contrario, seguimos buscando formas de organizarnos para enfrentar las demandas sociales. Ejemplo de ello son las madres que buscan a sus seres queridos desaparecidos y las comunidades que defienden sus territorios frente al crimen organizado y otras amenazas.
Lo que queda claro es que los actores sociales continúan construyendo sus procesos en un ambiente de diálogo, colaboración y disputa de su agenda en el espacio público.
La lucha no solo es resistencia, sino también la creación de alternativas para transformar la realidad.