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(Actualización) Oaxaca: Conflicto agrario entre Santiago Yosondúa y Santa María Yolotepec: raíces profundas y consecuencias graves.

Foto: Rodrigo Méndez

Un conflicto histórico que se intensifica

En la región Mixteca de Oaxaca, el conflicto agrario entre las comunidades de Santiago Yosondúa y Santa María Yolotepec continúa cobrando fuerza, generando violencia, desplazamiento y una creciente desconfianza que afecta profundamente la cotidianidad de sus habitantes. Lejos de ser un episodio aislado, esta disputa es resultado de múltiples factores históricos, sociales, legales y culturales que se remontan a varias décadas —e incluso siglos atrás—.

Antecedentes históricos y legales

Este conflicto data de la época colonial, cuando los documentos de propiedad territorial fueron alterados, perdidos o destruidos, minando la certeza sobre los límites de posesión de estos pueblos indígenas mixtecos (Ñuu Savi). Durante la reforma agraria de 1917 se buscó redistribuir la tierra, pero quedaron disputas limítrofes sin resolver, lo que sentó las bases del conflicto actual.

Un tribunal agrario dictaminó que Santa María Yolotepec poseía legitimidad sobre unas 1,600 hectáreas, pero Santiago Yosondúa impugnó esta decisión mediante un juicio de amparo federal. La resolución derivada de estos procesos aún no ha logrado pacificar la situación.


La violencia reciente: fuego, heridos y desplazados

El 18 de agosto de 2025, se registró un episodio violento en Buenavista, perteneciente a Santiago Yosondúa. Testimonios y registros audiovisuales documentan disparos, al menos dos heridos (uno identificado como Emiliano Rosales) y viviendas incendiadas. Se reportaron destrucción de un tanque de agua y un vehículo.

Según reportes de prensa como El Universal y Meganoticias, grupos armados sitiaron la zona, provocando el desplazamiento de familias hacia localidades cercanas y generando un ambiente de miedo. Además, las autoridades locales solicitaron con urgencia la intervención de la Secretaría de Gobierno, Guardia Nacional y Policía Estatal.

No obstante, el alcalde de Yolotepec negó la incursión de un grupo armado, así como la quema de viviendas y retención de personas, aunque reconoció un clima tenso en la zona. Recalcó que Yolotepec busca resolver el conflicto, el cual involucra alrededor de 1,600 hectáreas.


Actualización (agosto 2025): diálogo, seguridad e investigación

El 20 de agosto de 2025, la Secretaría de Gobierno de Oaxaca convocó a una mesa de diálogo entre Yosondúa y Yolotepec. Ambas partes acordaron evitar actos de provocación y aceptar la presencia de elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional en la zona, con el objetivo de salvaguardar la seguridad y el libre tránsito.

De manera paralela, el gobierno estatal anunció el refuerzo de la seguridad en la Mixteca, mientras la Fiscalía General del Estado inició una investigación contra Fidel Mayren Sánchez, ex delegado de Gobierno, señalado por su presunta vinculación con la violencia y asesoría a un grupo armado de Yosondúa.

Este conflicto forma parte de un panorama más amplio: la estrategia estatal Primavera Oaxaqueña ha logrado resolver más de 42 disputas agrarias en los últimos dos años, incluyendo el caso de Santa María Yosoyúa y San Pedro el Alto, que firmaron un convenio de paz en julio de 2025 tras 21 años de enfrentamiento.


Una disputa con raíces estructurales

El conflicto refleja problemas de fondo que sufren muchas comunidades indígenas rurales en México:


Análisis y perspectivas

Más allá de la coyuntura violenta, especialistas en derecho agrario coinciden en que la resolución del conflicto entre Santiago Yosondúa y Santa María Yolotepec requiere un enfoque integral que combine soluciones jurídicas claras con mecanismos de mediación intercultural. De acuerdo con la Red Mexicana de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Oaxaca concentra más de 300 conflictos agrarios activos, lo que refleja la magnitud del problema estructural en la entidad.

Casos similares muestran que, aunque las disputas territoriales suelen prolongarse por décadas, es posible alcanzar acuerdos de paz mediante procesos de conciliación. Un ejemplo es el de Santa María Yosoyúa y San Pedro el Alto, comunidades que tras 21 años de enfrentamiento firmaron en julio de 2025 un convenio de paz en el marco de la estrategia estatal Primavera Oaxaqueña. Según la Secretaría de Gobierno de Oaxaca, hasta agosto de este año se han logrado más de 42 conciliaciones agrarias, con mecanismos que incluyen la delimitación territorial, compensaciones y proyectos compartidos de desarrollo comunitario.

En Yosondúa y Yolotepec, líderes comunitarios han sugerido alternativas como el reconocimiento mutuo de límites ancestrales mediante cartografía participativa, la creación de zonas de uso compartido —en bosques, manantiales o tierras de cultivo— y el diseño de proyectos de infraestructura y bienestar regional administrados conjuntamente. Estas propuestas buscan transformar la lógica de “ganar o perder territorio” en una oportunidad de cooperación y desarrollo.

En palabras de investigadores de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), la paz en conflictos de esta naturaleza solo será posible si el Estado acompaña a las comunidades con una política pública sostenida, respetuosa de la cosmovisión indígena y comprometida con la justicia histórica. De lo contrario, la violencia continuará reproduciéndose, dejando más víctimas y desplazados en la región mixteca.


Bibliografía

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