Claudia Valdés
La nueva reforma electoral en México, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, se perfila en un contexto político marcado por el intento de consolidar cambios estructurales en el sistema electoral.
Se observa en el horizonte los siguientes elementos:
Continuidad con el proyecto de AMLO, que consiste en cumplir con uno de los 100 compromisos de gobierno de Sheinbaum y retomar la intención del expresidente López Obrador de modificar el sistema electoral. También sobresale como objetivo contar con una Mayoría legislativa, así mismo, vincula con el reforzamiento de la legitimidad de los resultados. Se da el caso de que Morena y sus aliados cuentan con los votos necesarios para modificar la Constitución, lo que ha generado preocupaciones sobre una posible reforma sin consenso amplio.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto la Creación de una comisión presidencial: Encabezada por Pablo Gómez, y conformada con figuras del morenísimo y en la que están ausentes otras personalidades de la oposición, de la academia y empresariado, esta comisión tiene el encargo de diseñar la reforma, realizar diagnósticos y promover foros ciudadanos y encuestas.
Se destacan las siguientes propuestas de la reforma:
- Mantener el INE como órgano autónomo, pero con ajustes:
- Reducción del número de consejeros.
- Recortes presupuestales para disminuir el costo de las elecciones.
- Eliminación de diputados plurinominales:
- Se propone reducir el número de diputados de 500 a 300.
- Esto podría beneficiar a los partidos mayoritarios y reducir la representación de minorías.
- Reducción del financiamiento público a partidos políticos:
- Se busca optimizar recursos y evitar “derroches” en campañas.
- Elección popular de consejeros del INE:
- Se analiza si debiesen ser elegidos por voto ciudadano, como ocurrió con jueces en 2025.
- No aplicaría para las elecciones de 2027:
- Se prevé que entre en vigor hacia 2030.
Curiosamente corren por la lateralidad de la preocupación electoral los asuntos sobre la representatividad de los partidos, de las propuestas de elección de candidaturas, el nepotismo y otras minucias más. Se presentan minucias más que han impedido la avanzada de la democratización plena, lo que nos recuerda es el caso que tienen el grupo de jóvenes y mujeres con los que no se han cumplido los temas de financiamiento.
Se corren las propuestas a discutir siempre en el dominio del oficialismo morenista.
Disonancias
En opinión de expertos se destaca que la idea de eliminar los plurinominales podría debilitar la pluralidad democrática y excluir a minorías. Empiezan a emerger las siguientes voces, Pablo Gómez sostuvo que se escucharán todas las voces, pero que la reforma no será producto de “camarillas” sino de la fuerza política mayoritaria.
Las declaraciones por Pablo Gómez despertaron una serie de inquietudes como la preocupación por falta de consenso, sobre todo cuando la comisión está integrada, como se ha dicho por figuras a fines gobierno, la ausencia de la participación directa de partidos opositores, lo que ha generado inquietudes sobre imparcialidad.
En la ruta de la discusión de la iniciativa del ley de la reforma electoral se destacan los siguientes actores: Un ambiente político en la 66ª Legislatura del Congreso de la Unión en México, está marcado por una combinación de tensión, polarización y expectativas de transformación profunda, Morena y sus aliados tienen mayoría calificada, lo que les permite aprobar reformas constitucionales sin necesidad de negociar con la oposición, esto ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que la reforma se apruebe sin consenso amplio, debilitamiento de la legitimidad democrática y adelgazamiento de la robustez mediática.
También se presentan tensiones en temas entre pluralidad y gobernabilidad. Destaca en la propuesta la inclusión de eliminar 200 diputados y 64 senadores plurinominales, lo que reduciría la representación proporcional y podría favorecer a los partidos mayoritarios. Este punto ha sido duramente criticado por expertos y opositores, quienes advierten que se pondría en riesgo la pluralidad política y la representación de minorías.
Existe la idea de que se propone sustituir al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), organismo que absorbería las funciones de los Organismos Electorales Locales. También se plantea que los consejeros y magistrados electorales sean electos por voto popular, lo que ha generado debate sobre la politización de los órganos autónomos.
En la temperatura electoral se advierte una discusión intensa en medios, academia y sociedad civil, con llamados a garantizar transparencia, participación ciudadana y respeto a los contrapesos institucionales. Es de notar que es previsible la costumbre de la falta de planeación de una política de comunicación, que informe con claridad a los ciudadanos en un marco de pluralidad política de una 4ta, 5ta y 6ta transformación. En lo que refiere a las organizaciones civiles la dinámica es la siguiente según nos muestran los medios de comunicación y la opinión pública que la rapidez y unilateralidad del proceso legislativo seguramente afectará la calidad democrática de la deliberación que pueda suscitarse en el país.
Se esperan como resultados las siguientes posiciones, la continuidad del ejercicio del poder, cuando se da por entendido de que en morena se puede presentar una fractura en la lucha con miras a la elección del congreso que tendrá lugar en 2027. El gobierno resalta que la reforma permitirá ahorros de hasta 24 mil millones de pesos, al reducir el número de legisladores, consejeros y magistrados, así como el financiamiento a partidos. Los críticos señalan que el ahorro no debe comprometer la calidad de la representación ni la autonomía de las instituciones electorales.