Los actos de violencia están más cerca de lo que parece

Autor Congresistas
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Eber Omar Betanzos Torres e Israel González Delgado

La complicidad entre dos personas en ocasiones es un vínculo muy fuerte que tiene que ver con la afinidad y la construcción de un sentimiento de pertenencia, que hace que solo dentro de este núcleo se puede existir y guarecerse de las inclemencias del exterior. Los lazos fraternos entre hermanos, amigos y parejas, estas últimas suman a esta unión peculiar, el ingrediente llamado amor, lo que condimenta las afinidades y complicidades un ingrediente que proviene de acuerdo a la filosofía barata desde el corazón. En teoría y lo que la confitería y las religiones nos han señalado, según Pessoa, la pareja representa un símbolo idílico, cuyos cimientos tienen que ser santificados y todos sus actos perfectos, el amor todo lo puede frase de tarjeta de san Valentín. Pero aterrizando en la realidad, ¿Qué tan lejos de lo anterior se encuentran las estadísticas frías en cuanto a la relación entre parejas? Al parecer, los datos muestran que más allá de una narrativa amorosa con planes a largo plazo, en donde cada acto o sacrificio por el otro, significa en teoría la construcción de un algo, donde la culminación de estos garantiza algo tangible, tanto como un cheque en blanco. Al parecer, la complejidad que representa la interacción entre personas, con el peso añadido del amor, no se construye en terreno estable, depende sin lugar a duda de un número incalculable de factores, para por lo menos cruzar ese camino con algo de pulcritud.

Jon Bilbao en Crónica distanciada de mi último verano, cuento incluido en su libro Estrómboli (Madrid, Impedimenta, 2016) plantea y expone en esta pieza, en particular, los actos perturbadores en los sucesos cotidianos que los seres humanos, al presentarse un detonante ajeno, provoca actos bárbaros y violentos pasivos y directos. Una pareja hace un viaje a Nevada con pretexto de la realización de una tesis doctoral por parte de la joven llamada D sobre el papel de los simios en la literatura contemporánea. Su novio que de manera incondicional acompaña a esta en el trajín que conlleva la realización de su trabajo académico, este vive en torno a la presión y la dedicación de D, la vida cotidiana de este se va construyendo con rituales habituales, en concordancia al apoyo que debe de presentar para que D pueda llevar a buen puerto su aspiración formativa y un supuesto crecimiento profesional. En el transcurso de lo espeso y tedioso del pasar de los días, aparece en escena un grupo de motociclistas rebeldes, como todos los rebeldes motorizados, calcados de las películas the wild one e easy rider, entonando como himno tribal “Like a true nature’s child We were born, born to be wild We can climb so high I never wanna die” Uno de ellos en el cuarto de lavado comunal en donde viven es sorprendido por el novio de D realizando un acto fetichista con su ropa interior, lo cual llena de ira a este queriendo matar al motociclista por aquel atrevimiento y deshonra a su estatus de protector de la honra de D, al arrebatarle de manera brusca la prenda al sátiro motorizado, provoca que este y su conjunto de colegas acosen al novio ofendido, por medio de burlas. La hombría quebrantada no soporta más y desemboca ante tantos agravios, que desate la bestia interior del novio, propinándole una buena dosis de golpes al hijo del trueno, provocando un cataclismo entre vecinos y guardias de seguridad hasta llevar al asombro de D, que lejos de empatizar con el origen del problema se asombra y reprocha a su pareja lo tonto de su argumento y de su actuar. Como resultado el motociclista pasa de acosador a agraviado y proclama junto a sus socios una amenaza sobre el ahora agresor. La pareja tiene que huir hacia otra parte, a D que más le preocupa de lo acontecido, es que esto pueda significar un bache en la realización de su tesis sobre los monos en las letras, lo que le importa mucho más de lo que la integridad física de su novio. Como acto culminante, al encontrar los motociclistas al indiciado, desata la violencia física y verbal entre la pareja, dejando a los rebeldes, sin causa como espectadores, de una batalla digna de un ring de artes marciales mixtas.

Jon Bilbao encara de manera desgarrada la cara pasiva del cúmulo de violencia, que se concentra en cada individuo, siendo en este caso la pareja como forma de convivencia, un terreno fecundo, perfecto para que, por medio de un detonante, salgan a flote las frustraciones, de manera explosiva, por medio de la estructura que se halla en el cuento, crónica distanciada de mi último verano es el ejemplo de una obra breve, con gran valor narrativo.

Revista de Libros. (2023),   La mirada del narrador.    https://www.revistadelibros.com/estromboli-jon-bilbao

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