Pasajes espejo

Autor Congresistas
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Eber Omar Betanzos Torres e Israel González Delgado

Para quien tiene cierto optimismo respecto al arte en general y a la literatura en particular, además del goce estético o la curiosidad estilística, la narrativa es una herramienta de construcción de identidades, y como tal, los destinatarios (lectores) encuentran en ella significados que, bien son atemporales, bien son tan humanos que trascienden al contexto testimonial del tiempo y lugar donde fue escrita. Así hallamos en la construcción de los senderos de las historias, sobre todo en sus habitantes, que se muestran como espejos de lo que el lector siente al ser un testigo incógnito. La académica Doris Summer experta profesora de lenguas y literatura romance, ha puntualizado la comunión que existe en latino América entre literatura novelística y la construcción nacionalista. En Ficciones fundacionales (Fondo de Cultura Económica, 2004) Summer postula la idea de cómo la conjunción de estos dos elementos, exaltan el concepto de patriotismo, con la finalidad de generar comportamientos adecuados para el estado por parte de sus ciudadanos.

Aunque lo anterior es debatible, la creación de lienzos narrativos provoca en sus visitantes (otra vez lectores, pero ya no a la antigua), un reconocimiento de sus propias vidas, sin importar que estas ocurran en otras latitudes. Gabriela Cabezón Cámara, en sus aventuras de la China Iron (Literatura Random House, 2021), que son de China pero también son suyas, muestra una serie de paisajes, escenas y rumbos que van definiendo a sus personajes, exponiendo sus deseos, sus anhelos, sus temores y la finalidad de su andar. Haciendo con ello que de una manera ya sea profunda o superficial, el receptor absorba la esencia de estos, trastocando así su propio universo.

La historia se desarrolla con protagonista, esposa adolescente del gaucho Martín Fierro (Hernández, 1872) poema fundamental en la obra literaria argentina, en especial en el género denominado gauchesco (Borges tenía, extrañamente en él, una fijación sentimental hacia ella, e incluso varios de sus relatos y hasta libros, como Fervor de Buenos Aires, es en parte un tributo). China, al ser abandonada por su marido tras ser apresado, decide emprender una travesía junto a una escocesa llamada Liz, la cual se encuentra en una situación algo similar, pues está buscando a su marido. La relación que el personaje de la China Iron entabla con la escocesa Liz, es de que esta absorbe y adopta nuevas formas de comportamiento, costumbres cotidianas, como un nuevo idioma, nuevas bebidas, hasta opciones diferentes de calzado, que le permiten expandir su pequeño mundo. 

A la anterior mezcla afectiva se une, como acompañante viajero, un perro llamado Estreya, criatura esencial para la China Iron cuyo apego afectivo, permite a ésta proyectar un amor que tal vez no lo podía expresar en nadie más, ni siquiera en ella misma. Como si se tratara de agregar un condimento único a un platillo de por sí exótico, se adhiere a esta nomenclatura un tal Rosas, gaucho cuyo talento a destacar se encontraba un método por el cual éste podía domar a animales, sin utilizar actos bárbaros y crueles, sino palabras dulces y tratos amables (si este no es un mensaje ideológico puesto y comunicado como se debe, yo no sé qué es, y lo celebro). La conjunción de estos personajes muestra una relación peculiar que podría de alguna manera romper con el comportamiento moral, estricto e inflexible del entorno que los rodea, conforme transcurre su viaje, dejando así atrás toda una situación aborrecida por estos, en donde la finalidad utópica es llegar a un lugar denominado Tierra de nadie, destino que alberga a una comunidad indígena, en donde al parecer predomina lo idílico, lo armónico y la comunión de las almas. En términos generales el éxodo de los personajes y su peregrinar a través de parajes hostiles y entornos bárbaros, llevando a cuesta sus peculiares personalidades y sus heridas expuestas, teniendo como culminación un paraíso añorado, en donde cada vicisitud tendría su merecida recompensa entrando a este.    

Retomando el postulado del inicio, sobre si la literatura ha sido un instrumento utilizado por los Estados, para uniformar la actitud de la población a favor de sus intereses, aún no queda claro del todo, lo que, si en una región como lo es Latinoamérica, que históricamente desde su colonización, ha tratado de adoptar una identidad uniforme, que nos permita reconocernos. Historias como las aventuras de la China Iron, u otras muchas, logran en gran parte ese cometido, reconocer esos lugares y paisajes populares, en donde hemos estado por lo menos alguna vez, pero más importante que eso, los personajes que habitan en estas, gestados en las mentes de sus autores que a través de la pluma plasman las variadas similitudes de nuestra peculiar realidad. Por esto la construcción y la continuidad de narrativas destinadas a condensar las tantas realidades existentes y a los miles de micros universos deseosos de salir a flote, debe ser una acción constante.

Bibliografía

Fondo de Cultura Económica (2023), Ficciones fundacionales Las novelas nacionales de América Latina: https://docs.google.com/document/d/1ITaU4D0BBdtQxtQpsaQY8ZG3J-Q3-eewkiSE8nijo18/edit

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (sf), El gaucho Martín Fierro: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-gaucho-martin-fierro–1/html/ff29ee5a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

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