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América: epicentro de la pandemia

Alejandro Werner - FMI - epicentro de la pandemia

Estamos en el epicentro de la pandemia y una caída económica global. Ya no cabe otra lectura que un antes y un después en el horizonte COVID sobre las políticas laborales, industriales, científicas, tecnológicas y de salud para los hemisferios, el oriental y el occidental, en el occidente vamos muy lejos del desarrollo asiático alcanzado en las últimas décadas.

América Latina con Estados Unidos, se ha convertido en el nuevo epicentro internacional de la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, según revelaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), hechas en reciente conferencia de prensa sobre políticas económicas de América Latina y el Caribe, a cargo de Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental de la institución.

A la vista estamos en el liderazgo geográfico que pone a la luz las debilidades de nuestros países y sobre todo la forma en que hemos enfrentado las políticas de sanidad y las reacciones en materia de política económica, una técnica y otra fiscal, una presupuestal e industrial.

Se agrupan como herramientas para la planeación y diseño de las políticas públicas de los gobiernos y sus piezas presupuestales que estarán a la mano de los congresos de la región, desde el poder nacional hasta el estatal y sobre todo de primordial atención para el gobierno que van por puestos de elección en 2021.

A la vista el evidente contraste sobre los grados de desarrollo entre los países latinoamericanos y los asiáticos, tras más de 30 años de haber entrado en un acelerado proceso de industrialización y en materia de sanidad y recuperación financiera, la ruta económica de China, su creciente productividad industrial y el control de la pandemia, además de la cristalización de un sentido de cooperación con el anuncio del posible préstamo a México para la adquisición de la vacuna del combate al COVID, lo que es fundamental para la recuperación económica mundial.

Desde el FMI

Para el funcionario del FMI y ex subsecretario de hacienda en México, los efectos de la epidemia en el hemisferio han representado un alto costo humano, con más de 100 mil vidas perdidas y un cálculo sobre un impacto económico de mucha profundidad. En las proyecciones económicas de la institución se calcula que en América Latina habrá una contracción económica en 9.4% en 2020 con una recuperación en 2021 y esto representa una contracción 4 puntos porcentuales más profunda que lo que el FMI había estimado en sus proyecciones para el mes de abril.

Sobre la pizarra de cristal, las cuentas de las contracciones por países que se anticipan: 9.9% en Argentina; 9.9% en Brasil; 7.5% en Chile; 7.8 en Colombia; 10.5% en México y 13.9 en Perú.

Seco el dato y sin artilugios que explican los significados, una radiografía de la región que representa la peor recesión desde que se tienen datos y registros. Y en las proyecciones se prevé para 2021 una leve recuperación del crecimiento a una tasa de 3.7%. Se resume que la tasa de inflexión y mortalidad per cápita de la pandemia del COVID en la región se están acercado a las tasas registradas en Europa y Estados Unidos con el número total de casos en América Latina y el Caribe aproximándose al 25% del total mundial.

Como primera resaca de los resultados de la crisis económica provocada por la epidemia se agregan números y porcentajes: un millón 976 mil 60 personas sin empleo durante los primeros tres meses de 2020, previo a la crisis en el país por COVID-19, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), organismo que, justo por la pandemia, no podrá aplicar esta encuesta para registrar con la misma metodología cuántos se sumarán al registro de desempleo por la crisis sanitaria.

Observación

Alejandro Werner recomienda que en este ambiente los países deberían ser cautelosos a la hora de replantearse la reapertura de sus economías y permitir que la información epidemiológica y los conocimientos científicos sean los guías en este proceso. Advirtió que muchos países ubicados en la región presentan amplios grados de informalidad y están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia con una elevada ocupación de unidades de cuidados intensivos y escasa capacidad de pruebas y rastreo.

Al respecto de la evolución económica reciente, Werner afirmó que los datos que se han dado a conocer muestran una debilidad importante y se relaciona con el brote de contagios del COVID que ha sido más prolongo, lo que fue anticipado meses atrás, además explica las revisiones a la baja que se han hecho con referencia a las economías de la región como también analizadas a las economías de avanzada que se proyectan en decremento.

Al respecto del análisis del crecimiento del primer trimestre resultó ser peor a lo esperado para la mayoría de los países. Los datos disponibles para marzo y abril van relacionados con la producción industrial como consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo, con factores que indican que la caída para el segundo trimestre será muy pronunciada.

La mirada

Werner explicó que la velocidad con la que se propaga la pandemia sugiere que las medidas de distanciamiento social tendrán que prolongarse deprimiendo la actividad económica y empleo, pero además limitando la velocidad de la recuperación estimada para el segundo semestre del año. Reveló que, no obstante, de que las perspectivas sean negativas, desde la visión de los mercados de capital, se han detectado resultados favorables a raíz de expansiones monetarias agresivas de los bancos centrales de los países avanzados y se han traducido en la normalización de las condiciones financieras.

Además, dijo que se muestra que varios países de América latina se adentraron en los mercados internacionales de capital, lo que se traduce como estabilidad y apreciación en los principales mercados financieros de la región. El funcionario del FMI reconoce que las condiciones de financiamiento siguen siendo más duras que las que existían de inicio, previamente a la aparición del virus, pero sin descartar episodios futuros de volatilidad.

Se enfocan las estrategias y sus prioridades, destacándose como prioridad la política fiscal, misma que debe enfocarse a proteger las vidas y las familias. Se considera el limitado espacio fiscal, lo que implica apoyar el programa de apoyo a las familias, empresas, a los presupuestos de la salud, sin embargo, la debilidad fiscal, exige espacios que fortalezcan prioridades de gasto público, pero además una aplicación eficiente.

Opciones

Subraya Alejandro Werner que las autoridades tendrán que implementar políticas creativas para llegar a los diferentes segmentos de la sociedad y de manera especial deben estar dirigidos a los sectores en donde la informalidad es elevada. Mostró preocupación por las dos rutas del fenómeno, las secuelas de la pandemia y dos, la respuesta a la política económica, lo que produce inquietud y la preocupación sobre la sociabilidad de la deuda a mediano plazo en varios países.

Compartió la idea de un compromiso claro con un plan a mediano plazo de consolidación fiscal y reformas estructurales que impulsen el crecimiento, lo que será clave para despejar esas inquietudes. Sostuvo Werner que la política monetaria debe seguir siendo moldeable en razón a las bajas presiones inflacionarias y en donde todavía existe espacio para reducir las tasas de interés. En referencia a las expectativas, señaló que mientras las tasas de interés sigan reduciéndose hay respuesta.

En cuanto a las acciones para mantener el empleo y la planta productiva, reconoció como apoyo las nominas salariales y al financiamiento del capital de trabajo, en su opinión, serán importantes para evitar el cierre de empresas que en ausencia de la pandemia serían viables. Recomienda reducir el desempleo a largo plazo, apoyar la recuperación y estimular el crecimiento económico.

Resaltó las acciones emprendidas por el FMI, destacando una actuación de pronta respuesta a las solicitudes de financiamiento de emergencia. Al desglose mencionó entre las políticas del Fondo a 70 prestamos aprobados que representan un total de 25 mil millones de dólares, de los cuáles 17 tuvieron como destino países de la región que representan un total de 5,200 mdd. Mencionó el acceso a la línea de crédito flexible para Chile y Perú, política que renueva el acceso en el caso de Colombia. Se refirió a una línea contingente que refiere a que los países cuentan con los recursos en caso de que las condiciones se deterioren y se requiera recursos para el pago de deuda.

Se refirió a México como país que cuenta con esta línea contingente y en un esquema de capital cuya totalidad representa 107 mil mdd, lo que significa la disponibilidad de recursos para esos cuatro países para cuando lo requieran.

A pregunta expresa de la prensa, el funcionario explicó las razones sobre las perspectivas para América Latina que son de baja recuperación económica. Lo explica con que el hecho de que se trasladaban como países de la región que de origen representaron un crecimiento bajo, de baja productividad, con problemas de rigidez en los mercados, falta de inversión, además de inversión en capital humano, infraestructura y problemas de índole regulatoria.

Agrega otra razón: haber realizado importante implementación de impulso fiscal en 2020, y luego un compromiso para el retiro para limitar cualquier afectación que se pueda tener sobre estos países en torno a dudas sobre la sostenibilidad de la deuda, además del retiro del impulso fiscal, dando el resultado de una recuperación económica menos dinámica que en otras regiones del mundo.

No hay duda que el coronavirus SARS-CoV-2, llegó a México en un momento de debilidad económica, de baja productividad, violencia criminal, débil estructura de salud, además del cambio de modelos en salud, recortes presupuestales y régimen político.

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