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Esperanzadoras resultan las cifras en la exportación de productos agropecuarios

Las rurales - productos agropecuarios

En la entrada de las aguas turbulentas que presenta la pandemia del Coronavirus; y que impacta en la economía mundial, el sector agrícola no sólo se ha mantenido a flote sino con resultados positivos. Y la situación significa que se trata de un sector que hay que fortalecer con sustentabilidad.

Esperanzadoras resultan las cifras y eventos que genera el campo, como es la exportación de productos agropecuarios según registra INEGI a enero de 2020 fue de 1,708,40 millones de dólares, Entre los productos que exportamos están los jitomates, el pimiento, aguacate, fresas, hortalizas, legumbres, pepino, frutas.

Los resultados económicos de la exportación agrícola mexicana nos llevan a una historia de interesante escala y registro como el que los ocho meses de 2019, la balanza agropecuaria y agroindustrial de México registró un superávit de 7 mil 99 mdd, cantidad superior en 1,983 mdd respecto al mismo periodo del año anterior, lo que se traduce en un aumento a tasa anual de 38.8%, según comunicado del mes de octubre de 2019 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Esos datos se documentan con relación a un reporte elaborado por su Centro de Análisis, se subraya que de enero a agosto de este año las exportaciones agroalimentarias generaron 25,920 mdd, cifra que presentó un incremento anual de 8.6% en relación con el mismo lapso del 2018. Se destaca en el documento, que fue integrado con base en información del Banco de México, se precisa que en lo referente a los bienes agropecuarios en los primeros ocho meses del 2019 se presentó un alza en las exportaciones que derivó en un saldo de la balanza agropecuaria y pesquera positivo, con un crecimiento de 36.9% respecto al mismo periodo del año anterior.

En lo que respecta al rubro agroindustrial se destaca que las exportaciones alcanzaron los 13,447 mdd, presentando un aumento a tasa anual de 7.8%, mientras que las importaciones tuvieron un ligero avance de 0.22% lo que da un superávit de la balanza comercial de 3,279 mdd y un aumento a tasa anual de 40.9%.

Mientras que escuchamos que nuestra economía no crece, pero además de que decrece, se muestra afectada la industria automotriz y la manufacturera, nos encontramos con un historial de una interesante dinámica de la balanza de pagos.

Otro dato sobresaliente tiene que ver con que el conjunto de las importaciones agropecuarias y agroindustriales presentaron un avance de 0.4% respecto a las registradas en el mismo lapso del año anterior, con un reporte de 18,821 mdd.

La Sader detalló que de las exportaciones agroalimentarias las hortalizas representan el 21%; frutas el 20% y bebidas 20% y representaron los principales grupos comercializados. El sector azúcares y artículos de confitería es el que mostró mayor dinamismo durante el periodo enero-agosto de 2019, con un cambio positivo del 13.09% en comparación con el mismo periodo de 2018.

Otro aspecto importante del comunicado aborda los trazos trascendentes de nuestra agricultura y la cifra de la dinámica que tuvo lugar durante el mes de octubre de 2019, destacando la información al respecto de la naturaleza de las importaciones, que representan cerca del 54% y que se concentraron en cuatro grupos: cereales 18%; cárnicos 15%; semillas, frutas y oleaginosas 13%, y demás productos de origen animal 8%.

Los desafíos ambientales que van desde las inundaciones hasta las sequías obligan a pensar y desarrollar una política agrícola sustentable y por ello la importancia de la investigación, análisis de contextos, implementación de nuevas tecnologías y la revisión de los sistemas alimentarios globales y locales hacia versiones sostenibles y realmente nutritivas.

En este sentido sobresalen las recomendaciones de las Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), entre otras instancias globales, que han expresado la urgencia de impulsar cambios a la sustentabilidad.

Según datos aportados por la ONU la agricultura consume 70% del agua dulce y contribuye con casi 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La producción alimentaria también es responsable de 75% de la pérdida de biodiversidad agrícola, y para 2050 el mundo necesitará 50% más de comida.

Otros aspectos también adquieren especial relieve en el mundo, 821 millones de personas padecen hambre y otros 2 mil millones sufren carencias de micronutrientes; en contraparte, el sobrepeso y la obesidad aumentan. Tan sólo en América Latina y el Caribe uno de cada cuatro habitantes padece esta última enfermedad.

Haciendo un balance de los eventos y procesos que ha comunicado la SADER tampoco tiene desperdicio la participación de México en el 46º Periodo de Sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la FAO, realizada en Roma, Italia, con el lema “Acelerar el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

El ODS 2 es el “Hambre Cero”, y su objetivo es “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.

En la presentación del gobierno mexicanos el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader, Víctor Suárez Carrera, sostuvo que las gestiones del Gobierno de México se encaminan para transitar hacia un nuevo sistema de agricultura sustentable y con ello asegurar los alimentos básicos a la población rural, el rechazo a los cultivos transgénicos y el trabajo interinstitucional para garantizar alimentos saludables.

El evento que congregó a ministros o secretarios de Estado y viceministros o subsecretarios, en la primera de esas sesiones que fue “El Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019 y sus implicaciones en materia de políticas en el contexto de los ODS”, donde participaron los titulares de la ONU, del CSA, de la FAO, del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el del Comité Directivo del Grupo de Alto Nivel de Expertos en Seguridad Alimentaria y Nutrición (GANESAN), resultó determinante de la ruta agrícola.

Y en ese devenir a diario del campo mexicano, muchas veces hay que detener el paso para la reflexión, para el rescate y evitar esa andanada de hechos que las más de las veces nos rebasan y es el caso de que el Poder Legislativo tiene en mente y anunció que promoverá la reactivación de los huertos familiares en nuestro país como una medida que contribuya al fortalecimiento de la autosuficiencia alimentaria de México, según lo anunció el secretario de la Comisión de Agricultura y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados, Juan Enrique Farrera Esponda.

En el acto conmemorativo del Día Mundial de la Alimentación, auspiciado por la FAO y la Sader, el legislador comentó que desde la Cámara de Diputados se está tomando conciencia de la necesidad de crear leyes que favorezcan a una alimentación sana de las familias.

En el panel “Políticas públicas para fortalecer a la agricultura familiar y potenciar su contribución en la transformación del sistema alimentario y el cumplimiento del derecho a la alimentación”, Farrera Esponda refirió que “en la actualidad existe el reto de alimentar a más de dos mil millones de seres humanos en el mundo, ante lo que la reactivación de los huertos familiares representa una alternativa viable de aplicar”.

Resaltó la pertinencia de tomar en cuenta la producción en pequeña escala como una alternativa más para lograr la autosuficiencia alimentaria. “Estamos en otros tiempos, unos en los que el gobierno dirige su mirada a la familia”, expreso.

En otro Foro se destaca la declaración del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, en el sentido de la esperanza de desarrollo y progreso en la juventud mexicana, que representa fuerza, proyección y oportunidad de un cambio real hacia un México mejor.

Sostuvo el funcionario que, hay cosas qué superar y cambiar en la construcción de un nuevo México, y mucho de esto va a descansar en los jóvenes profesionistas, quienes son factor de cambio para el sector agrícola, pecuario y pesquero, toda vez que con su trabajo digno, ético y honesto podrán contribuir al rescate del campo en el país.

Villalobos Arámbula destacó que hay toda una revolución tecnológica, innovación y descubrimientos que habrá que aprovechar con una visión holística, en respuesta a las demandas, necesidades y rezagos en el sector rural que hay que revertir con la participación de todos.

“Los profesionistas del campo adquirimos la responsabilidad de orientar nuestro trabajo en atender a la población vulnerable del país y sentar las bases de un México diferente y líder en la productividad, sustentabilidad e inclusión, y jugador importante en el sector agroalimentario”, apuntó.

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