Este 2025, la Lotería Nacional celebra 255 años de su nacimiento. Desde 1770, ha acompañado a generaciones enteras de mexicanos, combinando la ilusión de la fortuna con el compromiso del bienestar colectivo.
Cuando el 7 de agosto de 1770 el rey Carlos III autorizó la creación de la Real Lotería General de la Nueva España, difícilmente pudo imaginar que aquel mecanismo para recaudar fondos se transformaría, con el paso de los siglos, en una de las instituciones más entrañables de la vida pública mexicana. El primer sorteo, celebrado el 13 de mayo de 1771 en la Ciudad de México, fue más que un juego de azar: inauguró una tradición que ha acompañado a los mexicanos durante más de dos siglos y medio.
Un testigo de la historia nacional
La Lotería Nacional ha cambiado de nombre y de rostro a lo largo del tiempo. Tras la Independencia, se convirtió en la Lotería Nacional Mexicana; con Benito Juárez adquirió un perfil de beneficencia pública, y en el siglo XX se consolidó como un emblema cultural desde el icónico Edificio Moro de Paseo de la Reforma, joya del Art Decó capitalino.
Más que un sorteo, un compromiso social
Los tradicionales “cachitos” y los pregones de los niños gritones representan mucho más que la posibilidad de ganar un premio. Detrás de cada sorteo hay hospitales, programas sociales y proyectos de asistencia que han sido financiados gracias a la fe colectiva en el azar. En 1984, al adoptar el nombre de Lotería Nacional para la Asistencia Pública, se reforzó esta vocación solidaria.
Este 2025, en el marco de su 255 aniversario, la Lotería Nacional prepara un sorteo especial para conmemorar tanto su historia como su compromiso con la sociedad. El próximo 15 de septiembre se llevará a cabo el Gran Sorteo Especial (303) “México con M de Migrante”, dirigido a apoyar a las y los paisanos migrantes, una comunidad que mantiene vivo el vínculo con su tierra desde el otro lado de la frontera.
Una tradición que une
En pleno siglo XXI, la Lotería Nacional sigue siendo parte del imaginario colectivo de México. Cada boleto no es solo un sueño personal de riqueza, sino también un gesto de solidaridad con los demás. La verdadera suerte, pareciera recordarnos la Lotería, está en compartir y en sostener a quienes más lo necesitan.
Celebrar los 255 años de la Lotería Nacional es celebrar también la capacidad de un país para mantener vivas sus tradiciones y darles nuevos significados. En cada sorteo resuena un eco de esperanza que ha atravesado generaciones: la posibilidad de transformar la vida propia y, al mismo tiempo, contribuir al bien común.