De inobjetable interés y valor público es la lectura y análisis del mensaje del primer informe de labores de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, ministra Norma Lucía Piña Hernández.
Enfocadas las garantías constitucionales del sistema, estamos reconociendo el derecho a saber y a la rendición de cuentas de un Poder de los tres de nuestro sistema político, democrático, de división de poderes. Pues, además, estamos ante una copiosa agenda de asuntos de interés nacional, que lleva su tiempo buscando consolidarse a través de una ciudadanía informada, crítica y exigente interesada en la marcha de la justicia.
Panorama
El reto corre por la ruta de los derechos y de despertar el interés público por la justicia vinculada a la ley.
Es fundamental ubicar hacia el centro de los derechos a una ciudadanía informada, consciente, deliberativa y participativa cuando las decisiones de las cúpulas nos afectan a todos y demandan nuestra toma de posición responsable en términos de legitimidad.
Mujeres al mando
A un año de que fuera elegida presidenta de uno de los Poderes de la Unión, el conflicto no se ha dejado de presentar con el Titular del Ejecutivo y el Poder Legislativo Federal, poniendo acento en una mayoría parlamentaria identificada como transformadora, más una agenda de reformas que propone el titular del Poder Ejecutivo que se combina con la reducción presupuestal, a propuesta de la elección de sufragio popular de ministros, magistrados y jueces, y las constantes acusaciones de corrupción y descalificaciones al Poder.
Observamos durante un año la partitura de los contrapuntos de la relación de la gran fuerza política de un líder construido en la oposición, y de frente, una mujer formada en el espíritu de las leyes.
Y, como añadidura, un contexto electoral en el que compiten dos mujeres por la Presidencia de la República.
Mensaje y un informe de 600 hojas
Que nos comparte la ministra en sesión solemne ante más de 50,000 trabajadores, entre ellos, ministros, ministras, magistrados, magistrades, magistradas, jueces y la oficialidad, más la suma de invitados especiales, la presencia de los representantes de los medios de comunicación y del Canal del Congreso.
De cómo se desplegó el mensaje…
Y de la reflexión va desde el ángulo que pueda tener en horizonte. De la importancia de la titularidad de un poder de la Unión en la rendición de cuentas para simples ciudadanos, en la consolidación de una institucionalidad.
Pauta
Norma Lucía Piña rindió informe de la administración de labores de un Poder colegiado responsabilizado de la impartición de justicia y garante de la constitucionalidad.
¿Cuáles son los contenidos de esa conversación pública? ¿Términos como rendición de cuentas, construcción de ciudadanía, Estado de derecho, en el enjambre restaurado del tejido social que exige un estado democrático?
¿Son estas piezas informativas sus argumentos, registros de datos, tonos, brillos, desglose de cifras, la fotografía de la exigencia de la rendición de cuentas de una verdadera democracia y conversación públicas?
Contrapunto
Vayamos a ritmo de las preocupaciones y empeños del dinamismo de la diversidad del Poder Judicial; el balance al ojo del juzgador y al cuidado del académico; del líder político y en nuestra Constitución, el jefe de Estado. “En los objetivos, una impartición de justicia centrada en las personas”.
Pasando lista
En representación del Ejecutivo federal, Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y con la presencia de la diputada Marcela Guerra, presidenta de los diputados.
En la recta del mensaje, la gratitud al esfuerzo de las 1,633 personas titulares de jurisdiccionales, desempeñados en los 32 Circuitos Judiciales.
Moneda al aire
El mensaje de la Ministra es la oportunidad de conocer no solo a la Corte sino también a la Judicatura.
La Ministra nos habla a los ciudadanos de una comunidad de “órganos jurisdiccionales”, y en el Consejo de la Judicatura, a servidores públicos, más de 3500.
Las palabras son clave como el reconocimiento a las resiliencias y al apoyo.
En un mundo que anuncia y promueve el mando de las mujeres, más allá de Norma Piña, se enumeran las tareas de un año de gestión fincada en la cresta de confrontación entre Poderes.
Norma Piña asume que no representa a la Corte ni a la Judicatura. Se identifica como representante de un poder colegiado, al que identifica como “una fuerza infinita y vital para mi persona”.
Entre los logros de un primer año se destaca la carrera judicial, con énfasis en la Escuela Federal de Formación Judicial que “desarrollando un nuevo perfil, altamente tecnificado, con esmerado as de calidad humana, a través de programas académicos de excelencia, y con honradez; con prudencia, con empatía y fundamentalmente, con un profundo sentido de compromiso y responsabilidad en la edificación de una sociedad más justa, e igualitaria”.
Distinción
Norma Piña distingue la justicia, no solo como instrumento que pacifica el conflicto sino también transforma la vida humana y edifica –preciso, que aporta– “un profundo sentido de compromiso y responsabilidad en la edificación de una sociedad más justa e igualitaria”.
Equilibrio
Y en la sobriedad del Poder, “la inflexión interna. Entre nosotros entendemos muy bien que en la función jurisdiccional no buscamos aplausos.” Se trata de “honrar y preservar la justicia. Impartirla con plena convicción, con excelencia, con la mayor firmeza y con absoluta lealtad a nuestra Constitución”.
Explicó que el Poder Judicial emite sentencias no sólo imparte justicia sino que se convierte en un catalizador de cambios sociales y culturales, todos ellos necesarios para alcanzar la efectiva materialización de los derechos. Entre derechos, valores y principios nos comparte que
“los expedientes no son únicamente papeles y archivos, sino que representan la vida de las personas”, por lo que asume que tienen “la responsabilidad de situar a la sociedad y a sus derechos en el centro de nuestras decisiones, bajo los principios de independencia e imparcialidad que guían la actividad jurisdiccional”.
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Lección cívica
Y visibiliza al sistema de justicia federal, constituido por Plenos Regionales, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Colegiados de Apelación y Juzgados de Distrito, Centros de Justicia Penal Federal, Tribunales Laborales.
En este contexto, la Ministra Presidenta explica una agenda de asuntos.
Toma el tiempo necesario para informar que “ingresaron 1,493,712 asuntos, que sumados a la existencia inicial de 531,571 arroja una carga de trabajo de 2,025, 283 asuntos.
Define que cada asunto por atender se traducirá en “la tranquilidad, la seguridad de una o varias personas, y la resolución de cada uno de ellos significa un reto enorme para las personas impartidoras de justicia, quienes, alentadas con la sola idea de servir a la sociedad, han logrado resolver durante este año cerca del 70% de la carga total de trabajo”.
“Las resoluciones de este Alto Tribunal también tienen un impacto directo en la vida de todas las personas. Desde el Máximo Tribunal se establecen los precedentes que guían la interpretación de las leyes en todo el país. Estas decisiones no solo resuelven casos particulares sino que también delinean los alcances de los derechos fundamentales que reconoce nuestra Constitución a cada una de las personas que habitan en la República mexicana”.
Gruesos fajos son los contenidos abiertos; son el testimonio y pulso de la justicia. Gruesos fajos.