Acuerdo de reunión de trabajo México-Estados Unidos

Autor Congresistas
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Para unos líderes de opinión desangelado, para otros analistas lucidor, para algunos más una exhibición de poder y de distancia resultó el encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y México.

En la agitación del bullicio informativo se descorre la presión internacional con una pandemia que no acaba de dejarse atrás, una inflación que no da señales de resolverse, una democracia salpicada de demagogia que parece no concretarse en las urnas y unos derechos humanos a la espera sacude la mitad del mundo.

La prensa mexicana tomo en cuenta un abanico de tonos y registros que ofrecen las diversas lecturas que gravitan en tres temas y desafíos: Migración, T-MEC versus como la potencia comercial del norte, energía, el tráfico de drogas y la trata de personas, son a grandes rasgos los resultados de la tercera visita de dos días del presidente Andrés Manuel López Obrador a Washington D.C., todos estos asuntos del interés del ciudadano de a pie y en la pedagogía política en un escenario de desafíos, de equilibrios geopolíticos, de derechos humanos y democracia.

De la agenda central derivan los demás subtemas, lo que Joseph Biden destacó como problemas comunes, y fue lo que se apuntaló en la Cumbre de las Américas, en diálogo continental del que México se excluyó quedando ausente del encuentro por propia voluntad y por el desacuerdo de que no fueron invitados los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua por no considerarlos democráticos. En la precisión declarativa del presidente Biden sobresale la afirmación que da cuenta de un pulso de la reunión “nuestra relación impacta la vida diaria de nuestros hermanos países, la vida diaria de todos los ciudadanos y, a pesar de los grandes titulares que podemos ver en los medios de comunicación, la relación con nosotros, que nosotros tenemos es una relación muy sólida, yo diría que es una sociedad muy sólida.

Para los observadores políticos e inversionistas lo que habla son los dos estilos de la comunicación política entre dos gobiernos que se reconocen asociados y se reconocen con diferencias.

Panorama

Cuentan las crónicas que el presidente López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller no se hospedaron en la Casa Blair como suelen hacerlo los invitados en una visita de Estado, sino que lo hizo en el Hotel Lombardy y desayunó con la Vicepresidenta Kamala Harris en su casa oficial en el Observatorio Naval y de ahí se trasladó a la Casa Blanca a la reunión de trabajo con el presidente Joe Biden, quien por la tarde viajaría hacia Arabia Saudita.

Para el ciudadano de a pie la reunión en la narrativa noticiosa estuvo marcada en el contexto de la tragedia de la migración y en la que se incrementa el número de mexicanos migrantes, del aumento de la violencia y feminicidios, la crisis de agua en Nuevo León, la ausencia del mandatario mexicano a la Cumbre de la Américas celebrada en Los Ángeles, el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, el cambio climático, la amenaza de una crisis alimentaria, el cambio energético, incremento inflacionario, fracturas en las cadenas de productividad, el desarrollo con sustentabilidad, eventos que remarcan una sucesión presidencial adelantada el México, elecciones parlamentarias en Estados Unidos, resaca de una pandemia, más el impacto de una serie de factores impactando el orden mundial y los trazos de una nueva geografía política y económica con claves regionales como la anunciada inversión empresarial de 40 mil millones en México y una inversión del gobierno 1,500 mdd para la modernización de la frontera con EE.UU.

Muchas interpretaciones explican los registros del encuentro entre los presidentes vecinos en el Despacho Oval de la Casa Blanca con una duración de cerca de 45 minutos, y se destaca por una petición consistente por parte del mandatario mexicano que explican una intervención de 31 minutos y que deriva en una suerte de acuerdos.

Demandas

De un largo discurso del presidente López Obrador la prensa destaca las siguientes peticiones: facilitar el arribo a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas de trabajo temporales; impulsar reforma migratoria en el Congreso para la regularización de cerca de 11 millones de indocumentados presentes en EE.UU.; ampliar el abastecimiento de gasolina de México hacia Estados Unidos, ofreciendo más de mil gasoductos; suspensión de algunos aranceles que se le aplican a México.

Por parte de Estados Unidos se destaca que la migración se observa como un desafío para el que se contemplan vías legales con una emisión de 300 mil visados para trabajadores mexicanos durante el 2022. El objetivo es eliminar la migración irregular y se comprometió a duplicar las visas temporales para centroamericanos durante el próximo año fiscal, combate al tráfico de personas; fortalecer la frontera mejorando la infraestructura, lucha contra el contrabando de drogas.

Acuerdo

Los presidentes reafirman sus esfuerzos de cooperación para construir un futuro próspero y seguro como países de la frontera norte, además de que se asumen desafíos globales y regionales inéditos. Los firmantes reivindican la democracia, el crecimiento inclusivo y sustentable, de transparencia, Estado de Derecho y derechos humanos como valores centrales.

Documentan que tanto México, Canadá y Estados Unidos asumen una política económica coordinada, una inflación objetivo a combatir, aceleración del comercio bilateral, reducción del costo del comercio bilateral, libre flujo de bienes, apoyo a la innovación a favor de la productividad, incremento de la resiliencia, ayuda solidaria para combatir la inflación.

Se apunta que México se compromete a la compra de 20 mil toneladas de leche en polvo a Estados Unidos como asistencia a las familias mexicanas en comunidades urbanas y rurales, compra de hasta un millón de toneladas de fertilizantes para distribuir entre agricultores de subsistencia. Se mantiene la compra de alimentos para animales como ayuda a pequeños productores.

En el acuerdo el compromiso de la modernización de la frontera norte para 26 proyectos a lo largo de dos mil millas de frontera, armonización de prioridades, unión de comunidades fronterizas, promoción de flujo de comercio y de personas y aseguramiento del Estado de Derecho.

Se trata de un bipartismo que representa 3,400 mdd destinados a 26 proyectos de construcción tanto en la frontera norte como en la frontera sur, orientados a la creación de empleo, reforzamiento a la seguridad, de protección a favor de más resiliencia a las cadenas de suministro, modelos de innovación y sostenibilidad y precisando el compromiso de México de aportar 1,500 mdd para invertir en infraestructura en la frontera norte entre 2022 y 2024.

No falta en el acuerdo un calendario de diálogos a celebrar entre los dos países programado para el mes de septiembre enfocado a crear mecanismos más seguros, eficientes de comercio y transacciones, favoreciendo a un clima de aliento a inversiones, creación de mejores empleos y fincada en una nueva fuerza de trabajo más competitiva y preparada para enfrentar los retos y promover más inversiones.

Se acuerda una fuerza de trabajo con mejores condiciones, promotora de más inversiones, resiliencia de la cadena de suministro, acento en sectores estratégicos “como los de semiconductores, las tecnologías de la información y las comunicaciones”. El enfoque se afina en el desarrollo en soluciones climáticas y de progreso en el sur de México, región considerada como un inmenso potencial humano e importantes oportunidades de comercio, conservación y energía limpia.

Lucen entre las conclusiones de los desafíos comunes que presenta el cambio climático, destacando a favor de un entorno de negocios que contribuya a una América del Norte más ecológica y con fuentes renovables de energía. No falta la transición a vehículos no generadores de emisiones contaminantes, fortalecimiento de soluciones basadas en la naturaleza, posibilitando que los países se conviertan en líderes globales en las energías no contaminantes.

Se asumen acciones de apoyo al Compromiso Mundial del Metano y la Vía Energética del Compromiso Mundial sobre el Metano, México y Pemex con EE.UU., en el marco de un plan que elimine la combustión en antorcha y el venteo en operaciones de petróleo y gas en tierra y mar adentro e identificar proyectos de inversión.

Van incorporados asuntos con base en el Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras. El compromiso es trabajar juntos y enfrentar los principales asuntos en materia de seguridad, el desafió que representa el fentanilo, el tráfico de armas, contrabando de personas, y la reducción del consumo de estupefacientes y adicción a las drogas. El compromiso busca profundizar la colaboración en el combate a las organizaciones delictivas transnacionales generadoras de violencia en ambos países. Reafirma el acuerdo los sólidos esfuerzos operativos de las instituciones de aplicación de la ley, además se comprometen a establecer “un grupo de trabajo operativo entre EE.UU. y México para detener la circulación de fentanilo hacia nuestros países”.

Se contemplan los compromisos surgidos en la Cumbre de las Américas por parte de los 21 países del hemisferio de conformidad con la Declaración de los Ángeles sobre Migración y Protección. A la vista medidas inmediatas y coordinadas de gestión del flujo de migrantes. A la suma esfuerzos que abonan a factores económicos y de seguridad generadoras de migración, ubicando al desarrollo como activador de todas las políticas migratorias.

Las acciones apuntan a programas de cooperación internacional enfocados a comunidades migrantes definiendo políticas a la aplicación de la ley en las fronteras y garantizando plena protección de los derechos humanos. Destaca el compromiso de crear un “grupo de trabajo bilateral sobre vías de migración con fines laborales y protección para los trabajadores”.

Se signan otros compromisos como promoción de mayores protección para los trabajadores migrantes, reforzamiento de la respuesta transfronteriza a la migración infantil, mejora de condiciones económicas y sociales en toda la región mediante el acceso a las oportunidades de empleo.

A la vista un acuerdo que responde a una nueva geopolítica que requiere del fortalecimiento regional del que formamos parte y el reforzamiento del Estado de Derecho y de los derechos humanos.

Archivos

En los testimonios de la historia de las Relaciones Exteriores y de reuniones con sus homólogos una comitiva de secretarios del Estado mexicano como la de Energía, Rosario Nahle García; de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula; de Hacienda Rogelio de la O; de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo, el Canciller Marcelo Ebrard Casaubon y Beatriz Gutiérrez Müller registrando los distintos colores de la reunión en la que faltaron los encuentros con representantes del Poder Legislativo.

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