La democracia empieza en las urnas, y ésta continúa su legitimidad con la transparencia, información, rendición de cuentas de las políticas públicas destacando el combate a la corrupción común eje político prioritario de las autoridades y de los ciudadanos. Éste fue el ánimo transmitido en los trabajos convocados por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre los desafíos y las medidas para prevenir y combatir la corrupción y así reforzar la cooperación internacional, desde la sesión especial a la que asistió en representación de México la secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros.
¿Cuál es el mensaje de la representante de México a la comunidad internacional y nacional? Cuando destaca de entrada es su intervención la construcción en el gobierno mexicano de una nueva conceptualización sobre la corrupción que se reconoce como un flagelo y que no puede continuar siendo visto “como un asunto cultural o estrictamente burocrático-administrativo, cuando la corrupción es un fenómeno político, que se alimenta del abuso de poder, de la impunidad y de la falta de voz ciudadana en los asuntos públicos”. Sandoval Ballesteros sostuvo ante los representantes de las naciones que el gobierno de México, liderado por el presidente López Obrador, reconoce que “la única manera de lograr la transformación política es erradicando la corrupción de la vida pública”.
Estamos ante un asunto que representa y desemboca en una corresponsabilidad de todos y todas. No es un problema exclusivo de las autoridades, por lo que debe estar atenta a la convocatoria de participación permanente, abierta a la responsabilidad de la denuncia ciudadana con mecanismos precisos y una información constante de sus resultados. También implica compartir objetivos efectivos y claros a fin de construir un Estado de derecho y evitar practicas arraigadas a la discrecionalidad que dañan la relación entre gobierno y gobernados.
El despegue
Puntual respondió la funcionaria mexicana al interés mundial, desplegó las herramientas de un proyecto de transformación, cuyos objetivos son impulsar la ciudadanización del combate a la misma, mediante las siguientes acciones: Democratización de nuestras tecnologías, transparencia total de las declaraciones patrimoniales; Eliminación del fuero para el Presidente de la República; Impulso a licitaciones consolidadas, en línea y con control social; Armonización a la Ley Federal de Austeridad Republicana; Relanzamiento del servicio civil de carrera con perspectiva de género; Impulso del programa de protección y auspicio de los alertadores internos de la corrupción y se reconocen como los whistleblowers mexicanos; Eliminación de las partidas presupuestales secretas, así como los fondos y fideicomisos sin rendición de cuentas; Implementación de un padrón de integridad empresarial y castigo a los conflictos de interés e inhabilitando a licitantes y contratistas que abusan del interés público.
En los asuntos
Resaltó en el discurso, la identificación del nuevo gobierno que en escasos dos años se ha perfilado como un gobierno distinto, reforzado su legitimidad proveniente de una cuantiosa votación, al decir de ésta “emanada de una insurgencia democrática sin parangón en nuestra historia contemporánea”. Reconoció que en México “no echamos las campanas al vuelo, reconocemos que la corrupción no puede combatirse sólo en el ámbito nacional, por ello estamos sometiéndonos a las mejores prácticas internacionales, y promovemos el intercambio de experiencias en todos los foros globales en la materia. Asimismo, somos partícipes de los distintos mecanismos de seguimiento e implementación de las principales convenciones internacionales.
Reafirmó el compromiso de México ante el cual se redoblarán esfuerzos a fin de “prevenir y castigar la corrupción, particularmente en las áreas de mayor riesgo, como la contratación en materia de salud durante la emergencia de COVID-19. Definiendo a la pandemia como un territorio asegurado puesto que ha fiscalizado muy cercanamente todos los procesos de contratación pública de insumos médicos y la adquisición de vacunas, asegurando así una transparencia democrática-expansiva y un ejercicio honesto de los recursos públicos”. Refrendó ante la Asamblea General que “en México se construye una nueva ética de trabajo, para conseguir entre todos, un mundo libre de corrupción, con mayor desarrollo sostenible y sustentable, y con justicia social que todos nos merecemos”.
Preocupación mundial
Así en la globalidad representada en la Asamblea de la ONU; también puntea el combate a la corrupción como una preocupación central y compartida en la gobernanza democrática de muchas naciones. La corrupción es un compromiso que también se asume por el organismo internacional como “un fenómeno social, político y económico complejo que afecta a todos los países, pero además erosiona a las instituciones democráticas, detiene el desarrollo económico y favorece a la inestabilidad gubernamental. Además de que pervierte el Estado de Derecho y afecta al desarrollo económico”.
La participación ante los representantes mundiales de Sandoval Ballesteros se presenta en el contexto de los resultados del Banco Mundial, destacando apuntes de una realidad: en 2018, y referentes a la contratación publica, que registra que ascendió en ese año a 11 billones de dólares, representando el 12% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra equivalente a 90 billones de dólares. Encontramos en los números que ofrecen las estadísticas internacionales que los datos nos ayudan a entender la dimensión del problema que afecta a muchas naciones y que asocia el 57% de los sobornos que son entregados por las empresas para obtener los contratos en el sector público.
Para el interés de la ciudadanía y de los sectores estudiosos del tema van los resultados de los estudios internacionales realizados durante 2019, que reflejan que México dio un paso en la confianza ciudadana, con el transito del 24% al 61% en el porcentaje de mexicanos que valoran y hacen cuya la estrategia de corrupción del gobierno federal y que muestra el nivel de indignación alcanzado por este fenómeno político que ha impactado la vida pública.
Entre los avances los registro, acentuaciones y repercusiones de las acciones asertivas y se relacionan con el hecho de que México logró reducir sus indicadores de corrupción en los servicios y trámites administrativos al porcentaje de que 51% de los ciudadanos que vivieron sobornos durante 2017 se redujo a 34% en 2019. Se observa según las cifras que México avanzó 14 lugares, mejorando su posicionamiento en el Índice Global de la Percepción de la Corrupción, Transparencia Internacional, contrastando con la caída de 6 puntos y 33 lugares, registrados respectivamente comparados con el mismo indicador entre 2012 y 2018 para posicionarse a nivel global.
Agendas y plataformas
Como piso de acción contra la corrupción se discute en primera línea y al mismo nivel del cambio climático, la sustentabilidad ambiental, la salud, la soberanía alimentaria y energética, le educación, los derechos humanos, sociales, políticos y económicos. En las deliberaciones mundiales el combate a la corrupción, está en la agenda de los gobiernos y también se ubica como preocupación de ciudadanas, ciudadanos y organizaciones civiles de diversas naciones, hasta posicionarse del interés de la Asamblea de una Sesión Especial promovida por la ONU.
El hecho es que la Asamblea General decidió convocar para el primer semestre de 2021 un período extraordinario de sesiones sobre los desafíos y las medidas para prevenir la corrupción, luchar contra ella y reforzar la cooperación internacional. También en la misma resolución la Asamblea que durante ese período extraordinario de sesiones adoptaría una declaración política concisa y orientada a la acción, acordada por consenso de antemano mediante negociaciones intergubernamentales bajo los auspicios de la Conferencia de los Estados Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Simultáneamente la Asamblea General invitó a la Conferencia de los Estados Partes a dirigir el proceso preparatorio del período extraordinario de sesiones abordando todas las cuestiones sustantivas y de organización de manera abierta y solicitó a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que prestase conocimientos sustantivos y apoyo técnico. En su octavo período de sesiones, celebrado en Abu Dabi del 16 al 20 de diciembre de 2019.
La Asamblea General reiteró igualmente el papel central que la Conferencia de los Estados Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción desempeña en la mejora de la capacidad de los Estados Partes y la cooperación entre ellos para alcanzar los objetivos enunciados en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y en la promoción y el examen de su aplicación.
Expectativas
Queda un paquete de reflexiones sobre la mesa, empezando con la forma en ¿cómo se está emprendiendo el combate a la corrupción en México o si esta guerra ha quedado en el discurso? ¿Si es que, acaso persiste la discrecionalidad y el alcance de su combate a la persecución del adversario político y en los territorios de la revancha? ¿Tiene claro el ciudadano común la gama de prácticas que pueden definirse como corrupción del servicio público y qué prácticas pueden catalogarse de corruptas, como el acoso sexual, la inequidad, el desconocimiento de derechos, la exclusión? ¿Cómo se vive en la administración pública el combate a la corrupción y como lo reflejan los medios para el servicio de la comunidad y cómo es la relación entre gobierno y gobernados? ¿Hay expectativas de cambio para construir relaciones de confianza y de derechos?
Sobre el combate a la corrupción habrá mucho que decir y sin faltar los estímulos a la corresponsabilidad a fin de reconocer los derechos humanos, sociales, políticos y económicos de los ciudadanos lo que implica el inicio a una transformación social a favor de erradicar prácticas autoritarias y antidemocráticas.