Este año el mundo ha transitado por diversos temas en materia legislativa, desde la regulación de la Inteligencia Artificial y las nuevas tecnologías hasta la transición energética y derechos laborales y fiscales; sin embargo, el tema animalista no ha quedado de lado pues, desde hace ya varios años, es una inquietud que interesa y atañe a todo el mundo.
En ese sentido, el 2025 se vivió un creciente interés por el reconocimiento legal de los animales como seres sintientes que, aunque es algo obvio, no se encuentra aún plasmado en todas las leyes del mundo y, por ende, actualmente las sociedades buscan legislaciones más estrictas mediante la ampliación de los marcos legales en diversos países y la imposición de mayor responsabilidad a los humanos.
En específico, en España comenzaron a ser efectivos varios puntos de la Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor en 2023, incluyendo que todos los dueños de perros, sin importar raza o tamaño, están obligados a tener una seguridad de responsabilidad civil para responsabilizarse así de los daños que un animal puede causar a terceros. Anteriormente, este requisito -que ronda de €25 a €50 euros al año (de unos $530.00 a $1,060.00 pesos)- era obligatorio sólo para propietarios de razas consideradas potencialmente peligrosas.
Asimismo, el país europeo hizo obligatoria la identificación con microchip para todas las mascotas y su inscripción al Registro de Identidad de Animales de Compañía (RIAC).
Como era de esperarse, Europa siguió esta tendencia de bienestar y a mediados de año los eurodiputados respaldaron la iniciativa de hacer obligatorio el microchip en perros y gatos de toda la Unión Europea (UE), lo cual entrará en vigor en el 2028, consolidando así un hito para el bienestar y el compromiso con las mascotas en todo un continente, representando además la primera ley común sobre el bienestar de las mascotas.
¿Y Latinoamérica? ¿Y México?
La región latinoamericana, aunque más lenta, ha tenido en los últimos años un avance más consistente en sus legislaturas animalistas, caracterizándose en 2025 por una mayor y mejor rigurosidad penal contra el maltrato y la crueldad, así como, la ampliación del concepto de protección.
Tal es el caso de Colombia, que este año promulgó dos leyes: la llamada Ley Ángel sienta un gran precedente en la materia, al endurecer las penas para quien cause la muerte de un animal doméstico (de 32 a 56 meses de prisión y de 30 a 60 salarios mínimos) y para quien lesione a un animal (de 20 a 42 meses de prisión y de 15 a 30 salarios mínimos); además se añadieron penas complementarias y agravantes, y se fortaleció el proceso judicial, incluyendo la creación de un registro nacional de maltratadores de animales. Cabe destacar que esta normativa es pionera en la región, pese a que surgió de un conmocionante caso de crueldad animal.
Colombia también aprobó la Ley Kiara que regula los servicios de cuidado para animales de compañía, como paseadores, guarderías y hoteles, exigiéndoles que garanticen que los animales puedan moverse, descansar en superficies limpias y no estar hacinados, entre otras cosas.
Igual en Sudamérica, Chile busca el endurecimiento de la Ley Cholito, mediante el aumento de las penas por abandono y maltrato. Brasil, en tanto, alcanzó la prohibición del uso de animales vivos en pruebas de laboratorio para productos cosméticos, de higiene personal y perfumes, e incorporó a los animales en sus estrategias nacionales para hacer frente a la crisis climática.
En tanto, México se enfocó en armonizar la legislación a nivel nacional y se prevé pronto la expedición de una Ley General en Materia de Bienestar, Cuidado y Protección Animal.
Pero… ¿por qué proteger a los animales?
Mientras el mundo y las tecnologías avanzan, los humanos abrimos más los ojos hacia temas que durante siglos habíamos dejado de lado: los animales no sólo son nuestros compañeros de planeta, sino que son seres sintientes, con sus propios propósitos en la Tierra y que, en específico las mascotas, son hoy en día parte importante del núcleo familiar en millones de hogares.
Ya que, al fin, las leyes están cambiando, hoy al fin podemos ver a nuestros compañeros de vida como seres dignos de nuestra protección y amor y no como simple propiedad o recurso.
La conciencia social avanza sin precedentes… ¿llegará el día que la protección y conciencia animal sea un tema ineludible en nuestras legislaturas?
