Rodolfo Aceves Jiménez*
En el dogma de seguridad nacional los anhelos del pueblo mexicano que se encuentran expresados en los objetivos nacionales permanentes de la Constitución, son el valor supremo del Estado mexicano. Ahí subyace la sensibilidad de los gobernantes para con sus gobernados.
Estos se encuentran contenidos en el Capítulo Primero de la Constitución, del artículo 1 al 33, y provienen de las demandas sociales producto de las guerras y revoluciones que nuestra historia ha pasado a lo largo del tiempo y que se han insertado en las tres etapas del constitucionalismo mexicano, la constitución de 1824, de 1857 y de 1917.
Nos referimos a derechos sociales y personales, como el derecho a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la salud, la información, la libertad de tránsito, etcétera.
Estos derechos han sido el origen de algunas de las instituciones del Estado mexicano, como la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría del Trabajo, el Instituto Mexicano del Seguro Social o el ISSSTE, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
Entre los anhelos del pueblo mexicano también se encuentra la seguridad, contenido en el artículo 21 constitucional, que comparte toda una estructura ideológica como función y como fin del Estado, según la ciencia política.
También en estos primeros artículos están contenidos los derechos humanos de segunda generación que, según los tratadistas, son aquellos que tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos.
Mientras tanto que los objetivos nacionales coyunturales se encuentran contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en los Programas Sectoriales, principalmente.
Hoy en día algunas las políticas de Estado contenidas en la Constitución y en el PND no se ajustan a los propósitos de la presente administración.
Para el logro de los objetivos nacionales y coyunturales, todos los recursos de que hace uso el poder nacional deben encontrarse en sincronía y, con ello, lograr la prosperidad de las naciones, de no ser así se presentan deficiencias o inconsistencias en perjuicio de la función pública.
Cuando uno o varios de estos recursos son alterados por cualquier causa, deviene en los problemas que conocemos, como falta de aplicación del estado de derecho, corrupción, impunidad, entre otros.
La institución de la seguridad pública ejerce el monopolio de la violencia, con el fin de salvaguardar el objetivo nacional permanente de la seguridad, así como para que el Estado mexicano logre sus fines y ejerza sus funciones de Estado, conforme se lo mandata la Constitución y el derecho de seguridad.
Pero todavía falta acciones para el logro de los objetivos de seguridad.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @racevesj