Equidad en el Consejo General

Autor Congresistas
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A fin de evitar cualquier intención de entorpecer y deslegitimar la elección de cuatro de los 11 consejero del Consejo General de Instituto Nacional Electoral (INE), se promovió una metodología precisa, un proceso transparente y un equipo integrado por un abanico plural de especialistas de renombre profesional. Así los trabajos estuvieron bajo la encomienda y responsabilidad de un Comité Técnico de Evaluación, que tras haber realizado el proceso de consulta y evaluación de los candidatos entregarían la información a la Cámara de Diputados.

El calendario electoral apretaba los tiempos de una cuantiosa elección en la que se destaca la renovación de la Cámara de Diputados del Congreso federal y los comicios para gubernaturas y la amenazante presencia del coronavirus SARS-CoV-2.

No estarían de más todas las prevenciones, una, las de sanidad contra el contagio y las amenazas de un virus, otras, la estridencia y descalificaciones que acompañan a los procesos electorales motivadas por competencia por el poder público.

Se anticipaba el interés de desactivar el hecho de cualquier intención de enturbiar el proceso desde el interior, la obediencia a intereses de grupo o a las tensiones de judicializar la selección o abrir un escenario al protagonismo y el escándalo con interés de afectar la selección.

No fue en vano la precaución, fiel a las recientes tendencias al espectáculo político proclive a las confrontaciones, a boicotear los procesos y descalificar a otros actores políticos y sociales. John Ackerman, quién también participó en el Comité, en los trabajos de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, se resolvió por descalificar el proceso, sosteniendo ante la prensa que no participó en la selección de los 20 posibles aspirantes y por ello decidió abandonar los trabajos del Comité.

El catedrático universitario la ponía fácil recurriendo a una fantasía más, pero hoy es identificado con los trabajos de un grupo que congregó a distinguidas personalidades.

El investigador universitario, hoy conductor de programas de televisión y articulista de prensa, decidió protagonizar un berrinche de dimensiones electorales de zarzuela, al afirmar que no participó en la selección de las cuatro quintetas, esto es, de los diez hombres y las diez mujeres que al final integraron las quintetas.

Pronto se dio a conocer por la prensa que tales declaraciones faltan a la verdad, en tanto que se constató que el señor Ackerman sí participó en el proceso de la designación de dos mujeres, mismas cuya selección estuvo decidida mediante votación del Comité, con un resultado favorable para él.

A fin de evitar cualquier intención de descalificación del proceso para la elección de los cuatros consejeros que se integraran al Consejo General del INE, se observó un conjunto de reglas, una metodología y un desarrollo conforme a lo establecido en la legislación, aplicándose los criterios ligados con el marco del conocimiento del derecho político-electoral que debe tener cada aspirante a consejero, dominio de los mecanismos procedimentales para garantizar los derechos políticos-electorales ciudadanos y todo ello con el rigor requerido para lograr la más absoluta legitimidad que exige el cargo.

El proceso se mantuvo en el sentido de realizar una selección rigurosa para desembocar en la integración de cuatro quintetas de candidatos, dos de estás integradas por mujeres y otras dos con hombres, siempre siguiendo el principio de equidad.

No es nuevo que surjan en la experiencia de la selección de candidatos a consejeros del INE o de cualquier otro organismos autónomo o no, la intención de la descalificación de los trabajos de inicio, por ello se realizó un cuidadoso y respetuoso proceso de entrevistas, consulta e investigaciones, el ejercicio se efectuó con la más absoluta transparencia y bajo un esquema deliberativo y claros parámetros de conocimiento electoral que no tuvo otro fin que conocer el perfil de cada uno de los aspirantes, a partir del grado de conocimiento profesional electoral, experiencia en materia cívica, organización política y comicial y sistema de partidos.

A la espera de los resultados en un marco de tensión política en virtud de que los tiempos electorales parecen precipitarse y se anuncia una intensa competencia, además de la celebración de las elecciones más grandes de la historia electoral mexicana, la integración de los cuatro consejeros resultaba una exigencia a cumplir, las declaraciones de Ackerman resultan desproporcionadas pero acordes con su polémica personalidad.

Ante un evento inesperado, cuya intención obedecía a descalificar un riguroso proceso, se asumió la conveniencia de emitir un comunicado coincidente con los hechos, el que los integrantes del Comité Técnico de Evaluación, compartieran la historia real, que no era otra que la decisión del controvertido investigador universitario, al no estar presente en el proceso y abandonar el recinto por propia decisión.

La preocupación compartida de los integrantes del Comité se dio en puntualizar la responsabilidad de la invitación y en honrar el compromiso surgido de la invitación –de la Cámara de Diputados, el INAI y la CNDH–, para tener a los mejores candidatos a ocupar un lugar en el Consejo General del INE, una de las instituciones baluartes de nuestra frágil democracia, por tal motivo “nos dimos a la tarea de aportar experiencia y conocimiento y buscar el consenso y la unanimidad”, manifestaron.

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