De la Pontificia a la Autónoma

Autor Congresistas
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Javier Gutiérrez Ruvalcaba

Por estos días que anda de boca en boca la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por una serie de presuntas tesis plagiadas, me parece oportuno acercarme a un estudio recién editado, de la autoría de Humberto Mussacchio, aparecido en la colección popular del Fondo de Cultura Económica, La Universidad de México, 1551-2001.

Desde luego que no trata estos escandalosos hechos, pero sí narra desde su fundación denominándosele La Real y Pontificia Universidad de México hasta su Ley vigente, ya como Universidad Autónoma Nacional.

Dándonos a conocer datos poco conocidos como cuando en la época colonial dentro de sus instalaciones habían prisiones o que algunos alumnos asistían con sus esclavos y sus armas.

También leeremos que por asombroso que parezca, los alumnos podían ser rectores, porque los profesores al estar todo el tiempo interesados en reproducir el conocimiento no debía de estárseles distrayendo.

Para irnos introduciendo en el tema, en el prólogo nos refiere que la universidad colonial “vivió siempre acotada por las tensiones con el arzobispado, la Audiencia, la Inquisición, el virrey y aun con la corona española”.

Recalca que las disputas político ideológicas no son nuevas en nuestra Máxima Casa de Estudios, pues desde aquellos años novohispanos se daban disputas por el poder entre facultades, entre profesores y alumnos, entre religiosos y seglares, entre el rector y el maestrescuela y así se puede ir alargando la lista.

Como datos relevantes aparecen como anexos la Cédula de Fundación y el listado de Rectores desde el primero reconocido oficialmente, Antonio Rodríguez de Quezada, hasta el actual, Enrique Graue Wichers.

Como bien lo dice, también en el prólogo: “La vida de la Universidad contemporánea no ha podido escapar a ese trajín dialéctico, ya sea para preservarse o bien para transformarse, para resistir los embates externos o para incidir en la realidad social”.

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En una de las tantas entrevistas que le hicieron con motivo de la llegada del estudio a las librerías, José Juan de Ávila, del diario ‘Milenio’ le preguntó que más allá de su libro ¿cuál sería su diagnóstico? Y quien fuera editor cultural de ‘El Universal’ y de ‘Unomásuno respondió:

“Que está en un momento de crisis. Hay algo más que me preocupa.

Habría que preguntarnos si los planes de estudio de hoy responden a las necesidades sociales.

Y preguntarnos también si las universidades -no solo la UNAMestán preparando adecuadamente a sus estudiantes para que puedan servir debidamente a la sociedad.
Yo tengo mis dudas.”

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