Monocles – 345

Autor Congresistas
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A mis dos perras, Matisse y Tanger, a mis compañeras de vida, de paseos, de música, de reflexiones, desde el vació más profundo y desde una y enorme gratitud por sus años de compañía. En su mirada generosa y leal siempre encontraba a Dios.

Estas manifestaciones políticas de una nueva sensibilidad indican la profundidad de la rebelión, de la ruptura con el continuum de represión. Atestiguan el poder de la sociedad para configurar la totalidad de la experiencia, todo el metabolismo entre el organismo y su medio ambiente. Más allá́ del nivel psicológico, las exigencias de la sensibilidad se desarrollan como exigencias históricas: los objetos que los sentidos confrontan y aprehenden son los productos de una etapa especifica de la civilización y de una sociedad especifica, y los sentidos a su vez están engranados a sus objetos. (Ensayo de la liberación, Herbert Marcuse. Joaquín Mortiz)

La verdad no está́ ligada sólo a las proposiciones y juicios; en suma, no es sólo un atributo del pensamiento, sino una realidad en devenir. Algo es verdadero si es lo que puede ser, cumpliendo todas (“Justicia sin Estado “sus posibilidades objetivas; en el lenguaje de Hegel, es entonces idéntico a su «noción»). (Razón y Revolución, Herbert Marcuse, Ediciones Altaya)

Las reciprocidades son la fuente básica tanto del reconocimiento del deber de obedecer la ley como del cumplimiento de la misma en un sistema de derecho consuetudinario. Es decir, los individuos deben “intercambiar” el reconocimiento de ciertas normas de comportamiento en beneficio mutuo. Fuller sugirió́ tres condiciones que hacen que un deber sea claro y aceptable para los afectados. (Justicia sin Estado, Bruce Benson)

En París, la posición de Julián con respecto a la señora de Rénal, se habría simplificado muy pronto, porque en París, el amor es hijo natural de la novela: el joven preceptor y su tímida señora habrían hallado en cualquier comedia, y hasta en los couplets del Gimnasio, luz suficientemente clara para determinar su situación respectiva. Las comedias o novelas les hubiesen señalado el camino que debían seguir, mostrando el modelo que podían imitar, y la vanidad se hubiera encargado de obligar a Julián a seguir las huellas del modelo en cuestión, aun cuando seguirle no le hubiese proporcionado el menor placer. (Rojo y Negro, Stendhal)

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Velar por el Estado de Derecho por tanto, no es función exclusiva de la autoridad ya que de esta manera, no habría quien cuidara que las autoridades se rijan por la ley. De hecho, todos los actores políticos crean, protegen y consolidan un Estado de Derecho. Esto es lo que posibilita el castigo a quienes cometen arbitrariedades y ofrece certidumbre y orden en la vida política. (El rol de los medios en la lucha contra la corrupción, una perspectiva desde la sociedad civil, Emilio Álvarez Icaza, Instituto Nacional de Derechos Humanos)

Sin embargo, junto a esta liberación de los autoritarismos que pretenden tener una base metafísica, la conciencia del carácter interpretativo de toda nuestra experiencia parece dejar un vacío. ¿Cómo se evita, de hecho, que se abra así el camino hacia una sociedad de la lucha de todos contra todos, del puro conflicto entre intereses opuestos? Más aún, ¿cómo justificaremos, desde un punto de vista hermenéutico, el sincero escándalo que nos provocan los (tantos) políticos que mienten? (Adiós a la verdad, Gianni Vattimo, Editorial Gedisa).

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