Violencia: el ciclo de la empresa de ilícitos

Autor Congresistas
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Oscar Negrete

Entrevista con José Cerón Cruz

Especialista en seguridad pública e inteligencia

  • Sociedad en transformación
  • Orientación y disciplina parental
  • Tendencia a la confusión

Charlamos  a José Cerón, consultor en materia de seguridad, inteligencia e investigación. Se ha desempeñado en el CISEN, en la extinta Policía Federal Preventiva y en la Policía Federal, con una carrera de más de 20 años en labores de inteligencia y seguridad pública.

Le agradecemos esta entrevista porque es importante para el público lector conocer la perspectiva de las personas que han estado en primera línea en el combate y prevención del delito, viviendo situaciones que sólo se comprenden al enfrentarlas de primera mano. Es decir, la experiencia de José viene de la práctica y no de la especulación teórica, académica, política o dogmática.

O: José, uno de los problemas más graves de México es la violencia. No obstante, la violencia no es un elemento novedoso en nuestra sociedad y aunque –en ocasiones– se logre detener o encarcelar a jefes de bandas delincuenciales, la violencia no se detiene. ¿En su opinión, por qué es tan prevalente la violencia en nuestra sociedad?

J: Buenas tardes, estimado Óscar. Quiero agradecer mucho la oportunidad de poder compartir con ustedes un punto de vista particular derivado de una trayectoria de 20 años en trabajos de seguridad e inteligencia.

En mi opinión, la violencia en ninguna parte del mundo se ha detenido. Sin embargo, esta ha encontrado formas de poder subsistir y continuar con su ciclo dentro de los negocios ilícitos. Ha encontrado en la clandestinidad una forma discreta de poder subsistir y continuar como un elemento intrínseco a las actividades de negocio del crimen organizado. Sin embargo, y específicamente en México, los grupos criminales han hallado en la confrontación y la generación de violencia el canal adecuado para poder dar continuidad a sus actividades, logrando obtener ganancias importantes traduciéndose en que los criminales dan mayor valor a la ganancia económica inmediata sobre el riesgo de perder la vida o la libertad.

O: ¿Por qué es México tan violento? ¿Es la sociedad? ¿Es la educación? ¿Es el medio familiar?

J: Nuestra sociedad está sufriendo una transformación desde el núcleo familiar, que es el eje de nuestra comunidad, toda vez que para poder obtener un nivel de vida sano es necesario que los padres de familia salgan a trabajar, dejando la educación de los hijos en familiares o vecinos y, en el mejor de los casos, al cuidado de los abuelos. Con este esquema se pierde la orientación y la disciplina parental que antes existía.

Bajo este ciclo de educación, encontramos algunas áreas de oportunidad donde los jóvenes –ahora con acceso a demasiada información y poca orientación– tienden a confundir los valores que se inculcan en el seno de la familia y adoptan posturas de personajes famosos o de la fantasía, quienes tienen una calidad de vida no acorde a su posición social o su edad biológica, por lo cual las actividades que los jóvenes imitan ponen en riesgo su sano desarrollo. Al no contar con orientación familiar adecuada, se pierden en la fantasía del dinero rápido, fácil o la vida de aventura.

O: Las instituciones mexicanas que combaten o previenen el crimen se ven continuamente superadas por las organizaciones criminales, mientras los políticos se enfrascan en eternos debates sobre la forma de manejar la seguridad pública. ¿Culés son los problemas estructurales más apremiantes de las policías civiles y por qué no se han mejorado? ¿Falta vocación? ¿Es una decepción con el sistema? ¿Podemos depender del ejercito siempre para la seguridad pública?

J: Nuestros policías en los tres órdenes de gobierno creo que han hecho un gran trabajo y han enfrentado a los grupos criminales con las herramientas y la capacitación que han tenido. Sin embargo, creo que está mal hecho el planteamiento de la asignación de funciones y el nivel de capacitación de cada institución.

Por ejemplo, un policía municipal es el primer respondiente que interviene y conoce de los diversos delitos que acontecen dentro de su zona de responsabilidad y este tipo de fenómenos violentos no conocen o no respetan el nivel de gobernabilidad en el que están impactando. Por ello, a veces la policía municipal se ve superada fácilmente y no dispone de los medios económicos y materiales para su fortalecimiento, cuando su importancia es toral y es la policía que mejor equipada y capacitada debería estar.

Es decir, que nuestros policías municipales deberían tener una capacitación constante e intensa como primeros respondientes, donde ellos adquieran conocimientos sobre delincuencia organizada, prevención del delito, respuesta inmediata, coordinación rápida, preservación de escenas del crimen, protección civil, equidad de género, policía de proximidad etcétera. Esto, ya que ellos son los encargados de conocer de primera mano de estos acontecimientos y deben de colaborar o coadyuvar con policías estatales a fin de poder brindar una debida atención a estas circunstancias que irrumpen en la sociedad.

Los elementos federales o los encargados de atender fenómenos del crimen organizado y delincuencia organizada son aquellos que van a atender estos eventos desde una perspectiva diferente, con técnicas y tácticas que van a permitir contestar preguntas de modo, tiempo y lugar. Ahora bien, poder dar seguimiento a estas preguntas a veces es difícil si no se cuenta con un debido levantamiento de la información, por lo cual es importante empezar a cimentar las bases de la policía técnica y científica con un mejor desempeño de las policías municipales, reforzando tareas y creando proyectos de vida para que estos elementos puedan aspirar a su vez a incorporarse a fuerzas estatales de seguridad y en un siguiente paso poder integrarse a instituciones especializadas de la investigación de delitos. Es decir, darles opciones de crecimiento y de carrera, creando los incentivos para mantener una trayectoria honorable.

Por otro lado, no creo que sea sano ni prudente depender siempre de la participación del ejército en tareas de seguridad pública, ya que estaríamos descuidando el fin primordial para el cual fue creada esta institución, misma que debe ser comprendida y respetada en su contexto y de acuerdo a su naturaleza; y no forzada a intervenir en tareas que son de seguridad pública.

O: ¿Debe fortalecerse la inteligencia para la prevención del delito, los procesos de investigación de las fiscalías o la preparación de los jueces para lograr sentencias condenatorias?

J: Creo que antes de poder pensar en instaurar acciones que conlleven a la ejecución de tareas de inteligencia, debemos de homologar los criterios de las diferentes instituciones que participan en la persecución del delito y la procuración de justicia.

En la recopilación de información del primer respondiente está la clave para la integración de la carpeta de investigación, el cuidado de los hallazgos es relevante para poder integrarlos a la carpeta de investigación con la debida cadena de custodia, así como la descripción del lugar donde acontecieron los hechos. Todo ello le ofrece al ministerio público la información necesaria para poder comprender motivos, causas y efectos de los sucesos violentos que suceden en nuestro país y de esta forma elaborar un documento de investigación robusto, coherente y científico que no permita dudas o debates acerca de la integración, elaboración y resolución de la carpeta de investigación. Con ello se lograrían sentencias claras que brinden certeza jurídica a la víctima del delito.

Al lograr involucrar a los diversos actores que participan en esta cadena de persecución del delito e integración de la carpeta de investigación, lograremos incrustar métodos científicos de investigación, mismos que aportarán certeza y confiabilidad a los procesos, logrando así mejores resultados en el poder judicial. En breve, tenemos que seguir invirtiendo en educación, capacitación y adiestramiento policial.

O: ¿Qué aspectos de la educación de México cambiarías en los mexicanos más jóvenes para reducir los niveles de violencia y proclividad a la criminalidad?

J: Más que cambiar la educación, yo regresaría a los fundamentos donde en los centros escolares se reafirmaban valores humanos y cívicos. Se tiene que trabajar en habilidades blandas y enseñar el discernimiento entre lo correcto y lo incorrecto.

Se debe cuidar el acceso y el manejo de contenidos disponibles a los jóvenes en redes sociales y tener claras las repercusiones de un mal uso de las tecnologías de la información. Creo que a los jóvenes hoy les hace falta regresar a la convivencia social, al trabajo en equipo, al desarrollo de la personalidad desde la infancia, pero, sobre todo, al diseño de una estrategia que permita alcanzar los objetivos naturales de la vida, marcando etapas para el libre y sano desarrollo de la niñez sin violencia, reafirmando valores humanos en la juventud y afinando habilidades y destrezas económicamente relevantes durante la etapa madura del estudio, a fin de que cada uno de nosotros se desenvuelva en el ámbito laboral que más le agrade y dónde tenga mayor crecimiento y posibilidades de desarrollo personal.

Es muy importante recalcar que la falta de vocación en las carreras universitarias es lo que provoca el abandono de las profesiones, toda vez que algunos profesionistas después de titularse se sienten perdidos al ingresar al campo laboral, pues no era lo que esperaban y, tras esta decepción en el campo laboral, es donde tenemos algunos profesionistas que no ejercen porque simplemente abandonan aquello para lo que se prepararon y así tenemos individuos con malas oportunidades o mal ubicados en el ámbito profesional. En consecuencia, en ocasiones les resulta fácil el prestar su tiempo y su talento para actividades que culminan vinculándose a grupos criminales o bien delincuencia transnacional.

Edición 345 de congresistas aquí

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